La historia de mi familia
Inmigración a los Estados Unidos
La vida en Checoslovaquia
Mi tatarabuelo fue la primera persona de mi familia que inmigró a los Estados Unidos. Él crecí en un pueblo agrícola en Checoslovaquia. Fue un tiempo de conflicto político y pobreza. No hubo trabajos y los hombres fueron obligados a alistar en el militar a la edad de veintiuno. El militar checo sólo alimentaba a los soldados dos veces al día y pagó seis centavos por día. Además, los hombres tenían que pagar por sus propios suministros militares. Mi tatarabuelo quería salir del país, pero no estaba seguro de cómo hacerlo.
La oportunidad
Los Estados Unidos comenzó a dar tierra a personas quien querían trasladarse a los estados para colonizar. Esta oportunidad se ofreció la libertad y la promesa de una vida mejor. La idea de los EEUU fue un sueño a mi tatarabuelo y él quería hacer el sueño una realidad.
En 1880 mi tatarabuelo llegó a Nebraska para reclamar su tierra. Había muchas otras familias de Checoslovaquia en la comunidad y que hacen más fácil la transición. La agricultura era difícil al principio, pero con tiempo mi tatarabuelo aprendió a cultivar la tierra con éxito. Mi tatarabuela también emigró a los Estados Unidos desde Checoslovaquia y su familia se estableció en la misma asentamiento de mi tatarabuela. Los dos se conocieron y se casaron poco después. Tuvieron cuatro hijos y eventualmente vinieron a Oregon para cultivar tierra nuevo.
El trigo
La granja
Las papas
La próxima generación.
Su hijo, mi bisabuelo, asistió a la Universidad de Oregon y estudió Inglés. Después de
graduarse, se le ofreció un trabajo en Malin, Oregon. El pueblo necesitaba a una persona que hablaba checo y el inglés para enseñar en la escuela. Él enseñaba a la escuela para algunos años, pero finalmente se convirtió en un agricultor como su padre.
Hoy mi esposo y yo vivimos en la casa de mi bisabuelo y cultivamos la tierra de él.