DIH CULTURAS Y ESPECTÁCULOS
Nerea Magriz, Rosario Díaz, Ana Granado y Raúl Tejero.
Noticia: Homenaje a Enrique Morente.
Titular: Se celebró un homenaje al cantaor flamenco Enrique Morente.
Entradilla : Se celebró el 20 de Enero en Madrid, con la participación de varios artistas que rindieron un sentido recuerdo al gran cantaor flamenco.
Cuerpo: La familia de Enrique Morente tomo todo el protagonismo en el concierto que se celebró el pasado domingo para cerrar el ciclo de homenaje a la memoria del maestro 'Morente Más Morente'. Hace poco más de tres años, Enrique Morente fallecía de forma inesperada, después de una intervención quirúrgica. El cantaor estaba, quizás, en el momento de mayor esplendor de su prestigio como artista, reconocido ya como renovador y divulgador del flamenco. Los hijos del cantaor compartieron el escenario con otros artistas como: José Mercé, Tomatito, Miguel Poveda, Eva Yerbabuena, Dorantes, Pitingo y Tomasito, Argentina, Carmen Linares y Farruquito.
Luego salió Estrella, que cantó sola, a capela y vuelta hacia la foto de su padre, una bambera, los "cantes de columpio" que su padre le enseñaba y, ya con los músicos y su hermano dándole compás, malagueñas y seguiriyas.
Familiares y amigos, como es el caso de Javier Conde -casado con Estrella Morente-, Enrique Ponce acompañado de su suegro Victoriano Valencia y no de su mujer Ploma Cuevas, Mercedes Milá, quisierón estar presentes en este motivo homenaje.
CRÍTICA: “LEER LOLITA EN TEHERÁN” DE AZAR NAFISI
- Nombre de la autora: Azar Nafisi
- Editorial: Duomo Editorial
- Año de publicación: 2003
- Nombre del traductor: Maricarmen Bellver
Cada jueves por la mañana a lo largo de dos años, Azar Nafisi, una valiente y brillante profesora iraní, reúne de forma clandestina en el salón de su casa a siete de sus alumnas más aventajadas con el fin de leer libros prohibidos como eran las obras de Jane Austen, Henry James y de Nabokov, el autor de “Lolita”. Mientras las jóvenes poco a poco se expresan a través de los libros, se dan cuenta cómo sus propias vidas se van relacionando con las obras que comentan.
Es un magnífico libro en el que su autora Azar Nafisi exalta la literatura como vía de libertad. Es u na obra que conmueve y estremece, y a la vez refleja una gran elocuencia propia de la autora. Por otro lado, asistimos al refugio que puede ofrecer el arte ante situaciones tiránicas (guerras, dictaduras...).
Apreciamos también el reconocimiento de los derechos de la mujer por parte de la autora, en un país islámico (Irán) donde la mujer tiene poco valor. Nafisi plantea de forma magistral en su obra la literatura como escape y vía intelectual para que esas mujeres se sientan importantes.
Azar Nafisi nació en Teherán en 1955. Su madre fue parlamentaria en los años 70 y su padre diplomático. Actualmente reside en Estados Unidos porque huyó del régimen islamista de su país.
La autora con este libro quiere rendir homenaje a las mujeres que deben permanecer calladas allá en su país.
En mi opinión todos los lectores deberían leer este libro para tomar conciencia de la situación en la que se encuentran muchas mujeres en el mundo.
REALIZADO POR: María Teresa Granado García 4º ESO A
Entrevista a Juan Peña El Lebrijano
PRESENTACIÓN SOBRE LA VIDA DE "EL LEBRIJANO."
Juan Peña Fernández, “EL LEBRIJANO” nacido en Lebrija (Sevilla) en 1941, en una familia gitana y flamenca, en la que la música flamenca es el fundamento esencial de una forma de ser y estar en la vida. Aunque en esta familia todos sus componentes se expresan o bien con el cante, el baile o el toque (guitarra, percusión o piano), algunos se profesionalizan y llegan a escribir fundamentales páginas en la historia del arte flamenco, como Perrata y Perrate, Fernanda y Bernarda de Utrera, Bambino, Turronero, Gaspar de Utrera, Miguel Funi, Diego del Gastor, Pedro Peña, Pedro Bacán o Dorantes, entre otros.
Fuente: deflamenco.com
1.- Toda la afición ha estado pendiente de las noticias sobre tu enfermedad así que lo primero es saber ¿Cómo estás de salud?
Ahora mismo estoy bien, pero hasta el trece febrero en Madrid no voy a cantar, todo el mundo sabe que he tenido problemas con la salud, he tenido tres operaciones grandes y ahora estoy intentando reforzar los músculos del abdomen.
2.-Supongo que habrán sido momentos difíciles, ¿Cómo lo has llevado?
Lo he llevado mal porque dos de las intervenciones fueron muy grandes y todavía no se me ha quitado de la cabeza, pero después de todo eso lo único que he intentado es recuperarme, aunque con la nostalgia de no poder cantar.
3.-Tenías previstas actuaciones para la Bienal de Flamenco de Sevilla y se tuvieron que suspender, ¿Cómo llevaste no poder estar en el evento?
Pues te duele, la añoranza te juega malas pasadas. También he tenido la posibilidad de presentar la obra “Cuando Lebrijano canta se moja el agua” y no he podido. Pero bueno, la bienal la he pasado muy tranquilo, no he ido a ninguna actuación ya que no estaba yo como para escuchar cantar y la verdad es que no se muy bien como ha ido.
4.- Recientemente tu última obra “Cuando Lebrijano canta se moja el agua” ha sido galardonada con el premio “Demófilo” de la Fundación Machado.¿Cómo has recibido este premio?¿Cómo se reciben los premios a esta altura de tu carrera?
Los premios siempre son bonitos por muchos años que se tengan. Los premios siempre se reciben como algo especial y más teniendo en cuenta la importancia que tiene éste, viniendo de quien viene y lo que representa el padre de los Machado para la cultura española y el flamenco en concreto. Otro motivo que me enorgullece es que se haya premiado al disco que es un trabajo para el que yo sólo puse la semilla y mis sobrinos Dorantes y Pedro Peña, además del resto de músicos, han hecho un trabajo fabuloso ya que era una labor complicada cuadrar esas letras, escritas en prosa.
5.- Creo que no has podido dirigir esta obra como hiciste con anteriores, ¿Cómo fue la grabación del disco?
Una grabación difícil porque coincidió cuando yo estaba poniéndome malo, cada vez peor. Empecé fuerte pero me di cuenta que no podía y cuando metí la voz del último tema les dije a mis sobrinos que lo terminaran. Confié en ellos porque sé el concepto que ellos tienen y además conocen muy bien mis gustos y saben de cante y de música incluso más que yo, y ahí está el resultado. Estoy contento y espero que los aficionados lo disfruten y traten con cariño.
6.-Pero aunque no has participado en la dirección, ni en los arreglos ¿sigue este disco sonando a “El Lebrijano”?
Sí, totalmente, ten en cuenta que la semilla la puse yo, lo demás lo han cultivado ellos y muy bien cultivado, pero la base es mía.
En el discurso de entrega de los premios “Demófilo” dijiste que varias de tus obras fueron tomadas como locuras y pasado el tiempo se te reconocieron.¿Cómo viviste esos momentos?
7.-Es verdad, fíjate que cuando grabé “La palabra de Dios a un gitano” la gente, a veces, me abucheaban porque metí una orquesta sinfónica, eso fue en el año 1971, y entonces parecía una “chuflería”, luego me volvió a pasar cuando hice lo de los árabes en el disco “Encuentros” y con “Ven y Sígueme” con Manolo Sanlúcar y Rocío Jurado, “Casablanca” o “Lágrimas de Cera”… en fin, son cosas del arte, que ha ocurrido y ocurrirá siempre.
REPORTAJE: El flamenco.
La crónica.
Antes de emprender el viaje que ha realizado cou su esposo el infante don Fernando para pasar en familia la fiesta de las bodas de plata dé los padres de éste, infantes doña Paz y D. Luis Fernando de Baviera,fué lá infanta doña María Teresa á la iglesia de la Virgen de la Paloma para que le fuera impuesta la medalla de la Asociación para el culto de aquella venerada imagen. El templo estaba adornado con profusión de luces y flores. Junto a la barandilla del altar, y al lado de la Epístola, tenía su reclinatorio la Infanta, y detrás había filas de sillas para la alta servidumbre y las señoras de la Junta. En el atrio recibieron a la condesa de San Rafael, la señora de Dato y su hija, la señora de don Luis Bahía, las marquesas de Casa Pacheco, Valle de la Colina, Casa Arjona, Salas, Barojá y Padierna, las señoras y señoritas de Laraña, Rosillo, Alarcón, Galvez, Andrés y Ruiz. El clero se hallaba presidido por el obispo de Madrid-Alcalá. Frente a la puerta de la iglesia formaban grupo grande y compacto las masas populares de aquella barriada, que dieron muchos ¡vivas! a la Infanta. El prelado la impuso la medalla de la Real Congregación, que había recibido la Infanta de manos de un niño del barrio llamado Luis Beato Ausía, que la entregó otras para el infanto Luis Alfonso, hijo de doña María Teresa, para el Príncipe de Asturias y para el infante D. Fernando. Terminó el solemne acto dando la bendición a los fieles el señor obispo. S. A. fué vitoreada tanto en el trayecto como al llegar y salir del templo.