9. Las primeras civilizaciones
Ciencias Sociales 1º ESO IES Víctor García de la Concha
1. El nacimiento de las primeras civilizaciones
Hacia el 6000 a. C. algunos pueblos se asentaron a orillas de grandes ríos (Nilo, Tigris y Eufrates). Estos experimentaban regularmente crecidas (aumento del caudal del río) que inundaban los valles y, cuando el caudal volvía a disminuir, se depositaba en ellos un limo (material de grano fino formado por arcillas y arenas) que fertilizaba la tierra; de este modo, se obtenían abundantes cosechas.
Al disponer de más alimentos, la población aumentó y, como consecuencia, se produjeron una serie de cambios económicos y sociales. A partir de las pequeñas comunidades aparecieron las primeras ciudades y dos grandes civilizaciones: la mesopotámica, en torno a los ríos Tigris y Eufrates, y la egipcia, a lo largo del río Nilo.
1.1. Cambios económicos y sociales
En Egipto y Mesopotamia, las cosechas producían abundantes excedentes agrícolas. Al haber alimentos suficientes, no todas las personas tenían que dedicarse a la agricultura y a la ganadería; por este motivo, surgieron nuevos oficios como la alfarería, la cantería y la orfebrería, entre otros. Con los nuevos oficios aparecieron diversos grupos sociales, ya que, con el tiempo, cada actividad económica fue adquiriendo diferente importancia en la sociedad.
Por otra parte, los excedentes agrícolas favorecieron el desarrollo del comercio, pues podían intercambiarse por otros productos que escaseaban en la zona. Esto provocó la creación de un sistema de transportes a través de los ríos y de una red de caminos.
1.2. Cambios políticos
En las nuevas ciudades se construyeron edificios para diferentes fines: viviendas, palacios, templos, almacenes, etcétera. La necesidad de organizar la ciudad y distribuir las cosechas y los productos que se obtenían del ganado y del comercio obligaron a crear el Gobierno y la Administración.
El Gobierno lo ejercían reyes (faraones en Egipto) y sacerdotes: decidían las normas de convivencia (leyes) y dirigían la Administración. Una de las primeras recopilaciones de leyes de la historia fue el Código de Hammurabi, llamado así por el rey mesopotámico que lo promovió.
1.3. La aparición de la escritura
La escritura nació en Mesopotamia y en Egipto casi al mismo tiempo (alrededor del año 3500 a. C.) debido a las necesidades de la Administración y el comercio. Su aparición marca el comienzo de la Historia. Con la escritura surgieron también la enseñanza en las escuelas y la ciencia y la cultura, ya que ahora los conocimientos se podían escribir y guardar; hasta entonces el saber se transmitía oralmente.
Además, aparecieron las primeras bibliotecas; en ellas se almacenaban numerosos papiros (láminas de origen vegetal) y tablillas sobre las que se escribía. Estos materiales contienen información (contratos, tratamientos médicos, relatos de guerras y batallas...) que ha permitido a los historiadores conocer cómo vivían los mesopotámicos y los egipcios.
La escritura mesopotámica
En Mesopotamia se escribía sobre tablillas de arcilla que luego se dejaban secar.
Para escribir se empleaba una caña afilada que tenía forma de cuña, al igual que los trazos que se grababan; por eso, esta escritura se llama cuneiforme.
La escritura egipcia
En Egipto se solía escribir sobre papiros, utilizando pinceles y tinta o sobre piedra, empleando un martillo y un cincel. La escritura, que recibe el nombre de jeroglífica, representaba las palabras mediante dibujos de figuras: animales, símbolos...
Alfabeto Sumerio
2. Mesopotamia
2.1. El medio natural
Mesopotamia (palabra que en lengua griega significa «tierra entre ríos») fue una civilización urbana que se desarrolló en torno a los ríos Tigris y Eufrates. Estos desembocaban, por separado, en el golfo Pérsico. Mesopotamia se encuentra rodeada por los montes Tauro y Zagros, al noroeste y al este, respectivamente; al sur limita con el golfo Pérsico, y al oeste, con el desierto de Siria.
Atendiendo a su medio natural, Mesopotamia se divide en Alta Mesopotamia (zona norte montañosa, donde nacen los ríos Tigris y Eufrates) y Baja Mesopotamia (zona sur formada por terrenos pantanosos).
La situación geográfica de Mesopotamia y la fertilidad de sus tierras
hizo de la zona un lugar atractivo para el asentamiento humano. Así, numerosos pueblos se establecieron allí y levantaron ciudades amuralladas e independientes que, a veces, fueron conquistadas por distintos imperios durante largos períodos de tiempo.
Si se tienen en cuenta los pueblos que predominaron en las distintas regiones de Mesopotamia, es posible distinguir los siguientes países o reinos:
■ Asiria. Situado al norte, en plena montaña, estaba habitado por los asirios.
■ Acad. Localizado en el centro, entre los valles de los dos ríos. Sus habitantes eran los acadios.
■ Sumer. Se encontraba al sur, en el curso bajo de los ríos Tigris y Eufrates. En él vivían los sumerios.
2.2. La historia de Mesopotamia
La historia de Mesopotamia está marcada por los distintos pueblos que la dominaron en diferentes etapas.
La evolución de Mesopotamia
Sumerios y acadios
En torno al año 3500 a.C los sumerios vivían en Mesopotamia. Construyeron diques y canales para controlar las crecidas de los ríos y aprovechar el agua para la agricultura. Se organizaron en ciudades estado e inventaron la escritura. La superioridad sumeria finalizó cuando Sargón I, rey de Acad, organizó un ejército y conquistó Sumer. Se inició así el dominio acadio. Tras un período conflictivo en el que Mesopotamia fue invadida por diversos pueblos, se produjo una nueva etapa de predominio sumerio. Las ciudades más importantes de esta época fueron Lagash y Ur.
Babilonios y asirios
Hacia 1950 a. C, varios pueblos nómadas conquistaron Mesopotamia. Con ellos, adquirieron importancia algunas ciudades estado como Babilonia: los gobernantes de esta ciudad unificaron Mesopotamia y fundaron el primer Imperio babilónico. Uno de sus principales reyes fue Hammurabi. Tras sucesivas invasiones de diferentes pueblos (hititas, casitas), los asirios conquistaron Babilonia. Entre los monarcas asirios destacó Asurbanipal. En torno al año 625 a.C. se impusieron nuevamente los babilónicos y se creó el Imperio neobabilónico, que derrotó a los asirios. Entre los reyes neobabilónicos destacó Nabucodonosor II, que extendió el Imperio hasta el golfo Pérsico y el mar Rojo.
Persas y griegos
En el año 539 a.C, el rey persa Ciro II conquistó Babilonia y convirtió Mesopotamia en una provincia más del Imperio persa. Posteriormente, en el 331 a.C, los persas fueron sometidos, a su vez, por los griegos, dirigidos por Alejandro Magno.
2.3. La vida en Mesopotamia
Economía
La agricultura se veía favorecida por construcciones (canales y diques) que distribuían el agua de los ríos por las tierras de cultivo. Los cereales (sobre todo la cebada) y las hortalizas (cebolla, lechuga, ajo...) constituían la base de la alimentación en Mesopotamia. Junto a la agricultura destacaba la ganadería (vacas, ovejas, cabras y asnos).
Otra actividad económica significativa fue la artesanía: se elaboraban vasijas de barro, tejidos de lana (para confeccionar ropa), objetos de cuero (sillas de montar, escudos...), etcétera.
El comercio tuvo gran importancia: los habitantes de Mesopotamia adquirían en otras regiones productos (piedra, madera, algunos metales...) de los que carecían; a cambio, vendían lana y cereales, entre otros artículos.
Sociedad
En Mesopotamia el rey ejercía todos los poderes: político, militar y religioso; también era el legislador y el juez supremo, pero no era considerado un dios. Además, en la sociedad se distinguían:
■ El grupo dirigente. Eran los sacerdotes, los altos funcionarios (jefes del Ejército, tesoreros...), los grandes comerciantes, los artesanos ricos y los propietarios de las tierras.
■ El resto de las personas libres. Es decir, campesinos, ganaderos, pequeños comerciantes y trabajadores de los talleres artesanos.
■ Los esclavos. Eran personas que pertenecían a otras o eran propiedad de los templos o del Gobierno.
La sociedad se organizaba en torno a las ciudades, que solían estar amuralladas. Las viviendas se disponían alrededor de un patio rectangular rodeado de habitaciones; estas tenían puertas, pero no ventanas.
2.4. La religión
En Mesopotamia se adoraba a distintos dioses y se realizaban largas ceremonias en su honor. Los principales eran Anu, dios del cielo y soberano de todos los dioses; Enlil, dios del aire; Enki, dios de la sabiduría, e Ishtar, diosa del amor y la fecundidad.
Los mesopotámicos pensaban que los dioses dominaban el mundo y que los seres humanos habían sido creados para servirlos; también creían en otra vida después de la muerte.
Combinaban las creencias religiosas con la magia, la brujería y la adivinación: los sacerdotes se encargaban de revelar lo que estaba oculto, predecir el futuro e interpretar los mensajes de los dioses.
2.5. Las letras y las ciencias
En Mesopotamia eran muy numerosas las bibliotecas, situadas a menudo en templos y palacios; en ellas se guardaban tablillas de barro escritas. Las obras literarias más importantes son la epopeya1 de La creación del mundo y El poema de Gilgamesh. También destaca el Código de Hammurabi.
Los mesopotámicos dieron un gran impulso a las matemáticas (realizaban operaciones y resolvían problemas, aunque no conocían el número cero) y a la astronomía (eran capaces de predecir eclipses de Sol y de Luna, conocían la trayectoria de la Tierra alrededor del Sol y elaboraron un calendario basado en las fases de la Luna).
En Mesopotamia también se practicó la medicina: se han encontrado fórmulas para preparar medicamentos, instrumentos médicos (agujas, pinzas...) e indicaciones sobre distintas enfermedades.
2.6. El arte
La arquitectura
Las construcciones mesopotámicas se realizaban con ladrillos de adobe (no había piedra ni madera), un material muy pobre que se deshacía con facilidad; por ello, en ocasiones, los edificios se revestían con materiales como el mármol, el ladrillo vidriado y el alabastro.
Los principales edificios de Mesopotamia eran los siguientes:
Palacios
Templos
Zigurats
La escultura
Se realizaron tanto estatuas como relieves.
Las estatuas representaban a dioses y gobernantes de manera idealizada. Es el caso de la estatua del dirigente Gudea de Lagash o de las que representan personas en actitud de oración halladas en Tell Asmar.
Los relieves se realizaban a menudo sobre estelas y tenían perspectiva jeráquica, es decir, reflejaban la importancia social de los personajes: a los más importantes se les representaba de mayor tamaño.
Generalmente, estas esculturas tenían una finalidad propagandística y destacaban las hazañas del soberano (Estela de Naram-Sin) y sus relaciones con los dioses. Otras, en cambio, poseían un carácter más realista, como los animales representados en las escenas de caza (un ejemplo es La leona herida) realizadas en los palacios asirios.
3. Egipto
3.1. El medio natural
Egipto está en un gran desierto atravesado de sur a norte por el Nilo, un río de gran longitud y caudal que nace en el lago Victoria (África ecuatorial) y desemboca en el mar Mediterráneo, donde forma un extenso delta.
En la Edad Antigua, el Nilo se desbordaba una vez al año e inundaba el valle fertilizando las tierras cercanas. En las orillas del Nilo crecían plantas acuáticas (lotos) y papiros y en sus aguas habitaban aves y otros animales (como el cocodrilo y el hipopótamo).
Los antiguos egipcios adoraban el Nilo como si fuera un dios porque para ellos era fuente de vida. El río era, además, la principal vía de comunicación de Egipto, aunque en algunos tramos no era navegable por la existencia de cataratas.
El territorio de Egipto está dividido en dos áreas diferenciadas que sus habitantes denominaban «las dos tierras»:
■ El delta o Bajo Egipto (al norte), una zona llana y pantanosa.
■ El valle o Alto Egipto (al sur), que recibía las crecidas del Nilo.
3.2. La historia de Egipto
La historia de Egipto en la Edad Antigua se divide en cuatro etapas:
■ Imperio Antiguo.
■ Imperio Medio.
■ Imperio Nuevo.
■ Baja Época.
Los reinos del Bajo y Alto Egipto eran independientes entre sí hasta que fueron unificados por el rey Menes hacia el 3100 a. C. En esta época también aparecieron las primeras dinastías1 de faraones.
Imperio Antiguo
El Imperio Antiguo (2700-2200 a. C.) fue la etapa de mayor esplendor de Egipto, como demuestran las pirámides construidas en esa época por los faraones Keops, Kefrén y Micerinos en Gizeh. La capital del Imperio se estableció en la ciudad de Menfis.
Imperio Medio
Después de un período intermedio, se inició el Imperio Medio (2052-1786 a. C), la capital se trasladó a la ciudad de Tebas y se produjo una cierta expansión territorial. En el año 1786 a. C. tuvo lugar la invasión de los hicsos, un pueblo nómada que, gracias a su superioridad militar, sometió a los egipcios durante casi dos siglos y estableció su capital en Ávaris.
Imperio Nuevo
Tras un nuevo período intermedio, en el año 1567 a. C. se inició el Imperio Nuevo, una época de enorme prosperidad en la que Egipto amplió sus territorios.
En esta etapa, la capital se trasladó a Tebas y gobernaron Egipto faraones como Amenofis IV, Tutankamon, Ramsés II y Ramsés III.
Baja Época
Fue un período de decadencia (1085-30 a. C.) en el que Egipto se disgregó en pequeños estados independientes y sufrió invasiones de otros pueblos: etíopes, asirios y persas.
En el año 332 a. C, el griego Alejandro Magno conquistó Egipto. Posteriormente, tras el fallecimiento de la reina Cleopatra, el país fue dominado por Roma.
3.3. La vida en Egipto
Economía
Los cultivos principales de la agricultura egipcia eran los cereales (que se empleaban para elaborar pan y cerveza, dos productos importantes en la dieta de los egipcios) y el lino, con el que se hacían las telas de los vestidos. También cultivaban vides, lentejas, guisantes, lechugas, cebollas, melones... Además, el pescado del Nilo era un alimento frecuente. El ganado más abundante era el bovino, aunque también se criaban ovejas, cabras, patos y gansos. En la artesanía destacaba la cerámica, la metalurgia, la joyería, los tejidos, la carpintería... El comercio estaba controlado por los dirigentes y se realizaba con Mesopotamia, Grecia y otros pueblos. Vendían productos agrícolas (cereales) y artesanales (papiros, tejidos...) y compraban madera, metales, esclavos...
Sociedad
La sociedad egipcia estaba dividida en grupos de distinta importancia. Entre estos grupos existía una separación muy rígida:
■ El faraón y su familia. El faraón era considerado rey y dios a la vez. Además, era el dueño de las tierras y las personas y ejercía un poder absoluto.
■ El grupo dirigente. Se situaba debajo del faraón y estaba formado por los sacerdotes, el visir (jefe de la Administración) y los altos funcionarios (gobernadores de las provincias, mandos militares, tesoreros y escribas).
■ El resto de las personas libres. A este grupo pertenecían los soldados, los artesanos, los obreros, los campesinos y los extranjeros.
■ Los esclavos. Trabajaban en las minas y en tareas domésticas.
Las mujeres en Egipto
Las mujeres egipcias gozaban de mayor libertad que las de otras civilizaciones: podían salir libremente a la calle, administrar junto con su marido las propiedades del matrimonio y ejercer los mismos derechos legales que los varones. Sin embargo, no podían ocupar cargos públicos; a pesar de ello, en Egipto hubo mujeres (como Hatshepsut y Cleopatra) que llegaron a reinar.
3.4. La religión
Los antiguos egipcios daban mucha importancia a la religión; eran politeístas, es decir, creían en numerosos dioses que representaban mezclando rasgos humanos y animales.
También creían que después de la muerte existía otra vida en la que
el espíritu necesitaba al cuerpo para seguir existiendo. Por ello momificaban a los muertos: vaciaban el cuerpo, lo untaban con diversas sustancias y, finalmente, lo envolvían con vendas para conservar al difunto con la misma apariencia que tenía en vida.3.5. Las letras y las ciencias
Hasta nuestros días han llegado muchos textos escritos procedentes del antiguo Egipto; la mayoría son de carácter religioso (como el Libro de los muertos) aunque también se han conservado obras literarias (la Historia de Sinuhé) y tratados científicos y técnicos. Los textos se escribían en papiros, aunque también se realizaron inscripciones en las paredes de templos y tumbas y sobre tablillas de barro. Las escuelas contribuyeron a la difusión de los textos.
El calendario egipcio
Los egipcios elaboraron un calendario bastante parecido al actual: el año constaba de tres estaciones (inundación, siembra y cosecha) divididas en cuatro meses. Cada uno de los doce meses tenía 30 días, con lo que el año sumaba un total de 360 días. A estos, le añadían otros 5 días fuera de mes y de estación.
1. ¿Qué diferencias encuentras entre el calendario egipcio y el nuestro?
2. ¿Cómo se llamaban las estaciones del año egipcio? ¿Por qué crees que se denominaban así?
Los egipcios conocían las operaciones matemáticas elementales: suma, resta, multiplicación y división. Asimismo, eran capaces de calcular los volúmenes de figuras como el cilindro y la pirámide. También destacaron en medicina; practicaron la cirugía y tenían un gran conocimiento sobre fracturas y otras dolencias. Así lo demuestran los numerosos papiros hallados que recogen tratamientos para muchas enfermedades.
3.6. El arte
La arquitectura
La arquitectura egipcia se caracteriza por el tamaño colosal (de enormes dimensiones) de sus construcciones, el empleo de grandes sillares (bloques rectangulares de piedra) y de columnas1 y las construcciones adinteladas; estas utilizaban soportes verticales sobre los que se colocaba una pieza horizontal o dintel. Los edificios más importantes fueron los de carácter religioso (templos) y funerario (tumbas).
Los templos
Los templos estaban dedicados a los dioses y en ellos vivían los sacerdotes. En la entrada de estos edificios existía una avenida con esfinges (animales fabulosos con elementos humanos) de piedra que, para los egipcios, tenían carácter divino y protegían el templo. La avenida conducía a un patio abierto con altas columnas a los lados. Desde este patio se accedía a una sala cubierta, también con columnas. En el fondo del templo se encontraba el santuario que contenía la imagen del dios; a esta sala únicamente podían acceder el faraón y los sacerdotes. Junto al templo había otros edificios, como las viviendas de los sacerdotes y los graneros. Los templos más destacados son los de Karnak y Luxor.
santuario
Otra variedad de templo era el speo, que se excavaba en la roca; de este tipo son los de Abu Simbel. El más grande, dedicado al faraón Ramsés II, posee en la fachada cuatro estatuas de gran tamaño (esculpidas en la pared rocosa) que representan al faraón. El speo más pequeño de Abu Simbel se edificó en honor a la reina Nefertari, esposa de Ramsés II.
Las tumbas pirámides
Eran tumbas reservadas al faraón y a su familia; estaban formadas por muchas salas y pasillos que formaban un laberinto. En la cámara mortuoria se depositaba el cuerpo del difunto acompañado de tesoros.
Mastabas
Eran tumbas destinadas a enterrar al faraón y a importantes funcionarios. Tenían forma de pirámide cortada por la parte superior y poseían una sala de ofrendas en la que había una estatua del difunto. En una cámara subterránea se depositaba el cadáver.
Hipogeos
Eran tumbas excavadas en la roca. Constaban de varios pasillos de acceso a la cámara mortuoria del faraón. Destacan los hipogeos del valle de las Reinas y del valle de los Reyes; en este último se encuentra el del faraón Tutankamon.
La escultura
La escultura en Egipto tenía una finalidad religiosa y funeraria. Se realizaron estatuas de distintos tamaños y con materiales variados: piedra, madera, arcilla, oro... Al faraón y a su familia se le representaba de manera idealizada: figuras jóvenes y de gran tamaño, para mostrarlos como dioses; las figuras son estáticas: reflejan una postura rígida con los brazos pegados al cuerpo, su rostro es inexpresivo y aparecen mirando al frente. Las esculturas de nobles y funcionarios eran mucho más realistas.
Las estatuas de pequeñas dimensiones generalmente estaban realizadas en barro cocido o madera y representaban tareas agrícolas o ganaderas, oficios (artesanos, soldados, sirvientes) y son más expresivas que las de los faraones. Los egipcios también realizaban relieves, en madera y piedra, en las paredes de los templos y las tumbas.
La pintura
La pintura servía para dar culto a los dioses o decorar el interior de los palacios, los templos, las tumbas y los papiros de carácter funerario. Se realizaba al temple o al fresco; los colores se obtenían de distintos minerales. La vida cotidiana del antiguo Egipto se conoce a través de las pinturas que se han conservado, ya que representaban la naturaleza (el río Nilo, las plantas y animales...). Sin embargo, los protagonistas principales de las pinturas egipcias eran los dioses y los seres humanos, tanto hombres como mujeres de diferentes grupos sociales, desde el faraón y su familia hasta campesinos y artesanos. Los personajes más importantes se representaban en un tamaño mayor que el resto.