El papel de la mujer
en la literatura.
A) el papel de la mujer en la historia de la literatura.
Las mujeres se abrieron camino en el difícil mundo de la literatura, un territorio históricamente reservado a los varones. Como es sabido, las mujeres han sido tradicionalmente relegadas a un lugar secundario, quedando su papel limitado a la vida familiar, el cuidado de los hijos y las labores domésticas. Se llegó incluso a afirmar que la mujer era incapaz de valerse por sí misma, por su naturaleza peligrosa y su inteligencia inferior.
Por lo tanto, no es de extrañar que sea difícil encontrar ejemplos de escritoras nacidas antes de la época en la que se condenaba los comportamientos “inmorales” de las mujeres. Sólo algunas valientes se animaron a desafiar los cánones de su tiempo y buscaron formas de estar presentes en lo público. En esta época aparece el romanticismo, movimiento que exaltaba la rebeldía y la libertad pero, paradójicamente, las mujeres nunca tuvieron la misma oportunidad que los hombres para transgredir, ya que la sociedad no estaba en posición de soportar más cambios radicales.
Ahora bien, a partir de la mitad del siglo XIX, con el realismo, comienza a aparecer un tipo de literatura que busca la representación objetiva de la realidad, de lo que sucede. Junto a esta corriente emerge un nuevo tipo de imagen femenina, de mujer anulada y oprimida por la sociedad. Esta mujer se rebela contra lo establecido y, cansada de ser incomprendida, se deja llevar por sus pasiones e impulsos y rompe con los cánones impuestos por la sociedad tradicional. Con esto la sociedad empezó a tomar conciencia de la situación y aparecen los movimientos feministas que sirvieron para que las mujeres lucharan por sus derechos y cambiaran su situación.
Jane Austen, Mary Shelley y Virginia Woolf en Inglaterra, Harriet Beecher Stowe en Estados Unidos, Rosalía de Castro y Emilia Pardo Bazán en España y, algunos años más tarde, la chilena Gabriela Mistral, son algunas de aquellas mujeres que se atrevieron a desafiar las normas impuestas por la sociedad y consiguieron, aun teniéndolo todo en contra, hacerse oír y allanar el camino de otras muchas que las seguirían a partir del siglo XX.
B) La mujer como objeto literario
En la literatura, ya sea discurso político, texto económico o géneros literarios tradicionales la mujer ha estado presente como objeto utilizable y manipulable en función de las necesidades y deseos de estamentos y clases sociales que hegemonizan un discurso esencialmente sexista.
En el proceso de transición del modo de producción feudal al capitalista hay una serie de contradicciones ideológicas que quedarán perfectamente reflejadas en el terreno literario y hacen pensar en un apreciable cambio de la imagen femenina en el discurso literario. Sin embargo, la propia crítica ha demostrado cómo el mismo mundo científico del racionalismo renacentista no puede desprenderse de un lenguaje propiamente medieval al describir a la mujer, que carnalmente se desea, bajo unas formas textuales que la aproximan más a la Virgen que a un ser humano.