LA ESTÉTICA DEL BARROCO
Realizado por: Juan Moya, Francisco Nicolas y Juan Ortuño
El Barroco y sus características
Si hay una palabra que define las circunstancias políticas, económicas y sociales del siglo XVII español es esta: crisis.
Éstas son algunas de las causas que explican cómo del optimismo del Renacimiento (s. XVI) se pasó al pesimismo Barroco:
Políticas y económicas: la situación económica española en los momentos finales del reinado de Felipe II es de bancarrota total.En el siglo XVII gobernarán tres reyes: Felipe III, Felipe IV y Carlos II, que dejarán el poder en manos de hombres de confianza, también llamados privados o validos, a menudo elegidos equivocadamente. El empobrecimiento económico y financiero a lo largo de todo el siglo XVII crece vertiginosamente ayudado por la expulsión de los moriscos, las guerras, el hambre, la peste...
- Sociales: como consecuencia de la ruinosa economía agrícola existe un éxodo de gentes del campo a la ciudad que provoca una incipiente masificación de las ciudades. Entre la población de éstas aumenta el número de soldados licenciados, sin oficio ni beneficio, de vagabundos, parados y pillos, todos ellos personas sin arraigo ni ideales, escépticos y desengañados.
La sociedad española sigue dominada por el alto clero y la alta nobleza; esta última se reduce en número y aumenta en riqueza. La vida económica se apoya en una burguesía que realiza pocos progresos y un campesinado donde cada vez hay más propietarios y menos jornaleros. En definitiva hay un gran contraste entre los lujos de la corte y la pobreza de la mayor parte de la sociedad.
- Ideológicas: tienen su origen en todas las causas anteriores. La situación de crisis conduce al desengaño, al pesimismo que lo inunda todo. El hombre desconfía de todo y su existencia se convierte en una lucha feroz que le supone “vivir al acecho”. El mundo se representa como algo confuso que el artista barroco representa como un “laberinto”.
ESTÉTICA BARROCA.
Una estética al margen de las normas clásicas: se rompen los módulos y las proporciones en busca de efectos más intensos.
La ruptura y el equilibrio acompaña todas las manifestaciones en el arte barroco, bien sea mediante el retorcimiento de las formas, bien con la grandiosidad que rompe toda proporción humana.
Una estética de lo inestable: basada en las formas dinámicas, inquietas, a veces desazonantes y retorcidas.
Una estética dramática: en la que predomina el gusto por lo gesticulante y lo desmesurado.
Una estética de la contradición, basada en los contrastes, en los opuestos, el claroscuro y en las dualidades conflictivas.
Una estética de la apariencia: el recargamiento ornamental llega a enmascarar las lineas constructivas.
Una estética de la intensidad. Su objetivo es excitar y conmover mediante fuertes estimulos sensoriales.
ESTÉTICA BARROCA.
La literatura Barroca.
El siglo XVII es una época de esplendor en lo literario que afecta a todos los géneros:
· La poesía presenta una gran variedad de temas, tonos y estilos. Los poetas barrocos toman como modelo a los autores renacentistas y también buscan inspiración en la literatura popular. Los tres grandes autores de la poesía barroca son Lope de Vega, Luis de Góngora y Francisco de Quevedo.
· Se publica numerosas novelas picarescas, que en una medida u otra siguen el modelo del lazarillo de Tormes. Entre ellas destacan el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, y el Buscón, de Francisco de Quevedo.
· Florece también esta época una prosa didáctica y moralizante, con obras como El Criticón, de Baltasar Gracián.
· El gran teatro clásico de la literatura española se forma en el Barroco. Su creador fue Lope de Vega, quien supo dar con una fórmula teatral (la llamada comedia nacional) que satisfizo los gustos del público. Otro de los principales dramaturgos de la época fue Pedro Calderón de la Barca, autor de dramas filosóficos y principal cultivador del auto sacramental.
La lírica
La lírica del barroco parte de la lírica renacentista, aunque se buscan nuevos temas y nuevas formas de expresión. Los temas reflejan con frecuencia las inquietudes que presidían la sociedad de la época: la crítica de las costumbres, la fugacidad de la vida, el desengaño o la muerte. Todos estos motivos aparecen enfocados con perspectivas tanto serias como humorísticas.
· El amor es una pasión tan intensa que puede vencer a la muerte; la belleza de la mujer amada supera la de la propia naturaleza, y del carpe diem se destaca el demoledor efecto del paso del tiempo.
· La naturaleza idílica del Renacimiento se transforma en una naturaleza sensual, llena de colores y de sonidos, destinados a envolver al lector en múltiples sensaciones.
· La mitología ofrece historias tratadas, a veces, desde una perspectiva burlesca.
· La conciencia de crisis avivó el interés por los temas morales, filosóficos y religiosos. La poesía barroca buscó, además, la sorpresa por medio de un estilo artificioso basado en el concepto, que se manifiesta en la acumulación de referencias cultas (cultismos alusiones mitológicas, etc.) y de expresiones con múltiples sentidos que exigen un esfuerzo de inteligencia al lector.
Luis de Gongora
Luis de Gongora y Argote nació en Córdoba el año 1561. En 1617 se ordenó sacerdote y fue nombrado capellán de Felipe III. Murió en Córdoba en 1627. En la obra de Góngora se distinguen tradicionalmente dos tipos de composiciones: los poemas populares y los poemas cultos.
- Los poemas populares son composiciones de arte menor, escritas en un lenguaje sin artificios próximo a la estética renacentista. Entre ellos destacan los romances y las letrillas. Estas últimas son poemas breves, de tono frecuentemente satírico.
-Los poemas cultos son, por lo general, composiciones de arte mayor. Comprenden casi doscientos sonetos de temas diversos y dos poemas largos: la Fábula de Polifemo y Galatea,Purpúreas rosas sobre Galatea
la Alba entre lirios cándidos deshoja:
duda el Amor cual más su color sea,
o purpura nevada o nieve roja.
Francisco de Quevedo
El estilo de Quevedo revela un dominio magistral de la lengua. La ironía, la parodia, los juegos de palabras y las metáforas son constantes en su poesía. Con frecuencia recurre a expresiones vulgares e inventa nuevas voces (neologismos). Quevedo adopta así una actitud de juego permanente con el lenguaje, como se puede apreciar en estos versos:
Erase un hombre a una nariz pegado.
Érase una nariz superlativa,
érase una alquitara media viva,
Erase un peje espada mal barbado.
• Los Sueños son un conjunto de piezas breves en las que el autor satiriza toda clase de caracteres, estamentos y oficios.
• El Buscón narra la vida de Pablos, un pícaro hijo de un barbero ladrón y una bruja celestina. La prosa de Quevedo es tan ácida y expresiva como su poesía: el autor crea neologismos e imágenes muy originales, juega con el significado de las frases hechas y se vale de las hipérboles para caricaturizar personajes y situaciones, como ocurre en la descripción del licenciado Cabra, célebre personaje del Busc6n caracterizado por su avaricia.
Balastar Gracián
Baltasar Gracián nació en 1601 en Belmonte (Zaragoza). Ingresó en los jesuitas y fue profesor. Murió en Tarazona (Zaragoza) en 1659. Las obras de Gracián presentan temas típicamente barrocos: el contraste entre apariencia y realidad; los engaños del mundo, la vida como teatro, el paso del tiempo y la fugacidad de la vida, la fortuna, la fama ... Todo ello se puede ver en El criticón, obra que ofrece una visión alegórica del mundo marcadamente pesimista. Su estilo es sintético y conciso; el autor defiende la brevedad y la densidad conceptual de la prosa: «Lo bueno, si breve, dos veces bueno; y aun lo malo, si poco, no tan malo».
Teatro Barroco
En el siglo XVII se impone una formula teatral nueva, creada por Félix Lope de Vega. Frente a la concepción didáctica clásica, Lope defiende que el teatro debe tener como fin deleitar al público. Los rasgos de esta nueva propuesta teatral son los siguientes:
• División de la obra en tres actos o jornadas, que se corresponden con las tres fases del desarrollo de la trama: exposición, nudo y desenlace.
• Mezcla de lo trágico y lo cómico en la misma obra. En las obras serias, por ejemplo, aparece la figura del gracioso, un personaje cómico que actúa como contrapeso.
• Ruptura de las unidades de tiempo y lugar. En las obras de Lope la acción dramática abarca varios días y se desarrolla en varios lugares, en contra de las normas claásicas. Tampoco se suele cumplir la unidad de acción, ya que es frecuente la aparición de acciones paralelas.
• Métrica adaptada a las situaciones.
• Lenguaje acorde con la condición social del personaje. La nueva formula teatral de Lope de Vega se impuso en el siglo XVII y fue seguida por otros dramaturgos barrocos, como Calderón de la Barca y Tirso de Molina.
Lope de Vega
Félix Lope de Vega y Carpio nació en Madrid en 1562. Durante su agitada vida tuvo intensas relaciones amorosas con varias mujeres, de las que deja testimonio en muchos poemas. Sus profundas convicciones religiosas le llevaron a hacerse sacerdote en 1614. Murió en Madrid en 1635. Aunque Lope se dedicó sobre todo al teatro, cultivó también otros géneros literarios, entre ellos, y de forma destacada, la poesía lírica. Su obra poética presenta dos vertientes: la popular (villancicos, seguidillas, romances... ) y la culta, que se orienta hacia el conceptismo. Los temas fundamentales que trata son el amor y la devoción religiosa. La producción teatral de Lope es muy amplia: actualmente se conservan unas cuatrocientas obras, pero escribió más de mil, algunas tan conocidas como Fuente Ovejuna o El caballero de Olmedo.
• Fuente Ovejuna aborda el problema del honor y el conflicto entre villanos y nobleza. El relato, que está basado en unos hechos reales, gira en torno a Fernán Gómez: comendador que abusa de una aldeana por lo que el pueblo se amotina y mata al agresor.
• El Caballero de Olmedo se basa también en un suceso real. Don Alonso, caballero de Olmedo, está enamorado de Inés, una dama de Medina. En su viaje entre las localidades vallisoletanas de Medina y Olmedo es asesinado por varios caballeros encabezados por don Rodrigo, al que mueven los celos. La obra parte de unos versos populares de gran lirismo:
Que de noche lo mataron
al caballero,
la gala de Medina,
la flor de Olmedo.
Pedro Calderón de la Barca.
Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid en el año 1600 y falleció en 1681 en esa misma ciudad. Dedicó su vida al teatro y fue capellán de honor de Felipe IV.
Aunque Calderón siguió las innovaciones de Lope de Vega, el suyo fue un teatro más reflexivo, un teatro de ideas que profundiza en los problemas filosóficos y morales del Barroco. Así se manifiesta en sus obras más características: los autos sacramentales y los dramas.
Los autos sacramentales son obras en las que se reflejan los dilemas teológicos de la época a través de personajes que simbolizan ideas abstractas como el pecado, la soberbia, la virtud o la fe. Entre los autos sacramentales de Calderón destaca El gran teatro del mundo, en el que Dios es el autor de un gran drama -el mundo- cuyos personajes son los hombres; la virtud con que cada uno desempeñe su papel será la clave de su salvación.
Calderón escribió varios dramas en los que aborda temas como la existencia, el paso del tiempo, el honor, etc. Dos obras destacan en este género: La vida es sueño y El alcalde de Zalamea
• La vida es sueño es un drama filosófico en el que se contrastan los principios de libre albedrío y de predestinación. Basilio, rey de Polonia, encarcela a su hijo Segismundo ante unas predicciones que anuncian que este derrocará a su padre. Tras años de encierro, el rey decide dar una oportunidad a Segismundo y lo traslada al palacio bajo los efectos de un narcótico. Segismundo, desconcertado, se comporta de forma despótica y es devuelto a prisión, donde cree que todo ha sido un sueño. El pueblo se levanta en armas, libera a Segismundo y le proclama rey. Finalmente, Segismundo perdona a su padre, tras haberlo vencido en batalla.
• El alcalde de Zalamea trata el tema del honor. El capitán Álvaro de Ataide fuerza a la hija de Pedro Crespo, alcalde de Zalamea. El agresor es ajusticiado por el alcalde, cuya conducta será al fin aprobada por el rey.
Entre los seguidores de Lope de Vega destaca Gabriel Téllez (1584-1648), quien firmó sus obras bajo el seudónimo de Tirso de Molina. Tirso es el creador de uno de los personajes más característicos del teatro español. Se trata de don Juan, el protagonista de El burlador de Sevilla, un personaje que dedica su vida a conquistar y engañar a las mujeres.