Internet seguro para menores
Cómo detectar y evitar los peligros de la Red.
Educación en la era digital
Los peligros de Internet
Como toda “herramienta” al servicio del hombre, Internet ofrece un sinfín de posibilidades, pero también encierra innumerables peligros y amenazas que no conviene obviar, sobre todo si hablamos de menores.
El uso incorrecto del correo electrónico puede acarrear riesgos de tres tipos:
La recopilación de direcciones de correo electrónico sin permiso del propietario mediante programas automáticos (harvesting), que normalmente persiguen el envío masivo de publicidad (spam) o la difusión de bulos interesados (hoax).
La suplantación de identidad.
La instalación involuntaria de malware, un software malicioso que se ‘cuela’ en nuestro hardware mediante la ejecución de determinados archivos adjuntos a los correos electrónicos. El peligro del malware también es consustancial a la práctica de compartir archivos sin las debidas precauciones y puede tener consecuencias fatales: exponer el contenido de nuestro ordenador a cualquiera.
Por otra parte, encontramos delitos muchos más graves, como aquellos que atentan contra la libertad sexual de los individuos: el grooming (estrategias que pueden utilizar los pederastas y pedófilos para obtener contenidos personales con los que extorsionar a sus víctimas); o el ciberbulling (amenazas, humillaciones, chantajes, vejaciones o insultos), amparado frecuentemente en el anonimato y con el que se hostiga a los menores mediante entornos telemáticos.
También conviene subrayar las nuevas fórmulas de fraude que permiten las TIC, y que habitualmente están relacionadas con la vulneración de la confidencialidad de determinados datos (claves personales, cuentas bancarias, etc…) o con la suplantación de la identidad a la que antes hicimos referencia. Existe un sinfín de timos en la red, desde las webs falsas hasta el phishing, correos electrónicos que incluyen o remiten a formularios que buscan recabar nuestros datos mediante la manipulación o la mentira, de cara a estafar a los usuarios. En el pharming, la víctima es “redirigida” a direcciones no solicitadas con el mismo u otros objetivos igualmente perjudiciales.
Muy vinculado a lo anterior, es fundamental que tengamos en cuenta el concepto de ingeniería social que, en el ámbito concreto en el que nos encontramos, engloba todas las estrategias que pretenden obtener información confidencial sin el consentimiento expreso de la persona. De esta forma, a veces mediante maniobras muy elaboradas, el usuario no es consciente de que está revelando información sensible que puede utilizarse de manera ilícita.
Finalmente, nos gustaría subrayar los numerosos riesgos relacionados con el acceso a contenidos inapropiados (pornográficos o violentos), al uso del teléfono móvil y a la participación en las redes sociales, en las que los menores están interactuando a edades cada vez más tempranas. Todos son consecuencias de la naturaleza abierta de la red y pueden neutralizarse o minimizarse mediante herramientas como el WOT (que advierte del “grado de confianza del sitio” antes de acceder a él) y, sobre todo, con la labor de vigilancia, flexible a la vez que responsable, de padres y tutores.
A continuación, ofrecemos un catálogo sencillo de recomendaciones y normas con las que combatir los peligros señalados.
También es muy recomendable visionar el siguiente vídeo sobre los peligros de las TIC producido por el Gobierno de Canarias.
Algunas recomendaciones básicas
A pesar de que algunos consejos sobre seguridad en Internet tienen un carácter muy básico, continúan siendo ignorados por buena parte de los usuarios, inconscientes de los graves riesgos a los que se enfrentan por no tomar las debidas precauciones, muchos de ellos evitables con sólo tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
El software antivirus y el firewall deben estar permanentemente actualizados, al igual que el software básico y los navegadores.
Es conveniente realizar de forma periódica copias de seguridad (backups) de todo el contenido del equipo.
La conexión inalámbrica ha de ser siempre segura. Si es preciso, debe utilizarse las opciones que ofrece el control parental y las encriptaciones, al igual que las herramientas gratuitas que permiten analizar la peligrosidad de los contenidos (Mc Afee SiteAdvisor). De esta forma, también evitamos la descarga involuntaria de software malicioso. Para impedir el acceso a contenidos no apropiados para menores, existen programas de filtrado muy eficaces.
No debe darse información personal a través de la Red o el móvil y, ante cualquier sospecha de bulo, es preferible contrastar las fuentes antes de difundir información perniciosa.
Las contraseñas más seguras incluyen ocho caracteres como mínimo y son una combinación aleatoria de letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos.
Para ilustrar la información ofrecida, recomendamos el siguiente vídeo realizado por Granada Digital y que supone un repaso muy somero a algunas de las reglas básicas inexcusables en el uso de Internet.
Normas a seguir
Una estrategia sencilla y muy útil para aprovechar todas las ventajas de Internet y evitar muchos de sus peligros, es acordar una serie de normas familiares que pueden plasmarse en un documento siempre visible en el entorno del ordenador. Entre ellas, podrían figurar:
No registrarse con nombres de usuarios que impliquen la difusión de datos personales reales.
Mantener la privacidad absoluta de las contraseñas, direcciones y números de teléfono.
No hacer públicas fotografías inapropiadas o emplear ‘nicks’ o nombres de usuario provocativos.
No ignorar el hecho de que Internet es un campo abierto donde la inmensa mayoría de las personas con que interactuamos son desconocidos, a los que no se les puede confiar información personal.
No encontrarse con personas a las que sólo conocemos a través de la Red.
No abrir ni descargar archivos procedentes de personas que no conocemos. Para ello es recomendable acreditar la confianza del sitio web mediante algunos de los filtros seguros que facilitan proveedores o colectivos. En caso de tener la sospecha de que se ha descargado un software malicioso mediante la constatación de algunos de los “síntomas” habituales (ventanas emergentes, funcionamiento lento) acudir a un técnico.
El ordenador debe estar siempre protegido con una contraseña y los servicios contratados deben incluir una IP dinámica. Además, físicamente, el equipo tiene que estar ubicado en una zona familiar y sólo puede utilizarse con horario limitado.
Para terminar, recomendamos visitar los enlaces del Ministerio de Educación y Ciencia sobre Familias e Internet (http://cedec.educalab.es/es/familia-ique-hacer/consejos-para-menores)y también la web de la Policía Nacional (http://www.policia.es/consejos/internet.html) muy sintética y efectiva, además de visualizar un último vídeo, esta vez dirigido a los niños, en el que se hace hincapié en algunas de las recomendaciones y normas que hemos recogido. Se trata de ocho recomendaciones elaboradas por Alerta Virtual.