La doble cara del peronismo
SUS AVANCES
Primer gobierno (1946-1952)
Es en este ámbito donde pueden contabilizarse algunos de los logros más perdurables del gobierno justicialista.
Con la intención de realizar una más equitativa redistribución del ingreso se planearon mejoras sociales que implicaron mejores salariosy el reconocimiento de conquistas obreras, algunas de vieja dada y de inspiración socialista que se reactivaron: legislación laboral, indemnizaciones por despido, salario familiar, vacaciones pagas, etc.
Uno de los más importantes méritos del peronismo reside justamente en estas medidas. El gobierno insistió con su política de reformas sociales (sobre todo en la primera presidencia) constituyéndose en un verdadero portavoz y defensor de la clase obrera.
El gobierno encaró una política económica que incluyó la nacionalización de importantes empresas de servicios públicos y la creación de otras, lo que produjo el apoyo de diversos e importantes sectores de la poblacion, entre ellos cabe destacar a abundantes grupos pertenecientes a las fuerzas armadas. También se advirtió el apoyo dado a la industria liviana. En el plano social, esta política se complementó con una legislación laboral que contempló las reales necesidades de los sectores obreros. En cuanto al campo, se propiciaron leyes que beneficiaron al trabajador rural.
Nada define mejor la parábola recorrida por Perón durante su gobierno como el analisis de su política internacional. El triunfo de 1946 había sido la victoria del sentimiento nacional herido por la intromisión del Departamento de Estado en nuestra política interna. La política internacional de Perón se movía dentro de limites cada vez más estrechos a medida que la situación del país tendía a deteriorarse.
En suma, Perón se movió con toda la relativa independencia que le permitían las relaciones coyunturales del mundo, en el contexto del pico más álgido de la "guerra fría". En el campo de la política internacional quedó como saldo el mantenimiento del principio de autodeterminación de los pueblos y la solidaridad con los pequeños países, que contribuían a fortificar la conciencia nacional e individualizar la posición argentina en el mundo.
Perón encontró una eficaz colaboradora en su esposa María Eva Duarte. Desde la Fundación que llevaría su nombre supo granjearse la simpatía y el agradecimiento de los sectores más desvalidos: niños, ancianos y especialmente el de las mujeres, por quienes bregó hasta conseguir el reconocimiento de sus derechos cívicos.
Evita desarrolló una fuerza arrolladora que convocó a millones de argentinos hasta convertirla en un polo de poder tan grande como el del propio Perón.
La prematura muerte (26 de julio de 1952) de Evita - tenía 33 años - renovó los sentimientos de adhesión al peronismo y fue motivo para la expresión de un auténtico dolor en vastos sectores populares de nuestra sociedad.
Las tres banderas del justicialismo
Este nuevo sistema de pensamiento profundamente nacional, popular, humanista y cristiano, ofrecería a nuestro Pueblo tres banderas doctrinales que representaban, a su vez, aquella síntesis de lo social y lo nacional que encarnó el peronismo desde su nacimiento. En efecto las célebres banderas: justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política representan las reivindicaciones que signaron las primeras cuatro décadas del siglo XX en la Argentina, unidas por primera vez en un haz sintetizador. La Justicia Social orienta la solución de la problemática social derivada de la explotación del hombre por el hombre, pero fuera del esquema de la lucha de clases y del internacionalismo que planteaba el socialismo. La Independencia Económica y la Soberanía Política, son banderas que representan la reivindicación nacionalista frente a la dependencia que sufría nuestro país frente al imperialismo y que viabilizaban la Liberación Nacional reclamada, sin endiosamientos al Estado, como planteaba el fascismo, o a razas superiores como había pretendido el nazismo.
Eva Perón
Con la iniciación del segundo régimen, la política peronista comenzó a poseer una conducta más demagógica y propagandista, adjudicándose todo el respaldo posible, interesándose por la masa popular a través de su fundación, con la cual consiguió beneficiar a los pobres y mendigos, ya que ella siempre fue de clase social baja y despreciaba a la oligarquía.
Voto femenino
El 08 de septiembre de 1947 se sancionó de 1947 la ley 13.010 del voto femenino, por medio del cual las mujeres obtuvieron los mismos derechos políticos que los hombres y quedaron sujetas a las mismas obligaciones cívicas, debiendo ser empadronadas y documentadas mediante la libreta cívica.
Por medio de esta ley se incorporaron a la vida política 3.816.654 mujeres sufragantes que votaron por primera vez en 1951.
La Reforma Constitucional de 1949
El objetivo de la reforma era triple: en cuanto al aspecto político, se pretendía asegurar y reforzar el régimen republicano a través de la supresión de la oligarquía para poner en manos de pueblo en forma directa las decisiones y el gobierno, afianzar el sistema representativo gracias a la eliminación del fraude que caracterizó al período previo al gobierno de Perón, y reafirmar el régimen federal, no solamente desde lo político, sin también, y sobre todo, desde lo económico.
Respecto a este último aspecto, se proponía asegurar el bienestar y la prosperidad del pueblo argentino mediante la independencia económica, suprimiendo el sistema capitalista de explotación y reemplazándolo por una economía social, y eliminando el abuso de la propiedad, que permite la destrucción de los bienes sociales, reafirmando la función social de la propiedad.
Y en lo social, buscó establecer un régimen justo y humano, donde la cooperación reemplazase a la lucha, asegurando los derechos del trabajador y el acceso a la cultura y a al ciencia a todos los argentinos.
Segundo gobierno(1952–1955)
A partir de su reelección, en la cual obtuvo la victoria con un 62 % de los votos, se produjeron algunos cambios significativos en el plano económico. Los salarios, que habían aumentado considerablemente hasta ese momento, se congelaron al igual que los precios por medio de contratos bianuales. El IAPI comenzó nuevamente a subvencionar al sector agrario. Se logró controlar el proceso inflacionario. El llamado al capital extranjero con el propósito de desarrollar la industria pesada fue motivo de polémicas y atrajo las críticas de los opositores, entre ellos Frondizi.
En 1954 Perón logró la sanción de la Ley n.º 14394, cuyo artículo 31 incluía el divorsio enfrentamiento con la iglesia catolica que había apoyado activamente al peronismo hasta ese año. Tras el derrocamiento de Perón, este artículo fue suspendido mediante el decreto ley 4070/1956 y el divorcio recién volvería a ser aceptado en 1987 mediante la Ley n.º 23515. El 30 de diciembre de 1954 mediante un decreto autoriza la apertura de prostíbulos, que estaban prohibidos desde décadas atrás.
Se creó la empresa distribuidora Gas del Estado, para la distribución de aquel recurso. Se puso en marcha el primer gasoducto que conectó la ciudad de Comodoro Rivadavia con la Ciudad de Buenos Aires, de una longitud de mil seiscientos kilómetros. Fue inaugurado el 29 de diciembre de 1949, siendo el primero de su especie en Sudamérica y el más largo del mundo para ese momento, se construyó además sin financiamiento externo.110 Pero tras el golpe de Estado de 1955 no se llegaron a construir las válvulas y terminales para que el gasoducto fuera capaz de transportar gas a los hogares.116 A su vez, la reforma constitucional nacionalizo los yacimientos petroleros, haciendo así de YPF un monopolio estatal. El 16 de septiembre de 1955 las Fuerzas Armadas derrocaron a Perón.
Sus aspectos negativos
A partir de 1945 la aparición del peronismo en Argentina produjo una clara división social y política de la población, entre peronistas y antiperonistas, con componentes altamente emocionales.
En términos sociales, el antiperonismo tiene un gran arraigo en los sectores altos de la sociedad, en la que casi no hay simpatizantes peronistas, y una importante presencia en las clases medias urbanas, sobre todo de la Ciudad de Buenos Aires. Algunos incluyen a la clase media en el antiperonismo.
Para el conjunto de los intelectuales el gobierno de 1943 y la figura de Perón eran leídos exclusivamente dentro del contexto internacional que oponía a los Aliados con el nazismo y el fascismo, y de ahí que «Perón era percibido, sobre todo, como una figura del régimen militar y, dentro de éste, formando parte de la fracción de coroneles pronazis». El antiperonismo de los intelectuales nace de esa percepción y no como oposición a las nuevas políticas sociales. Uno de esos intelectuales, el escritor Julio Cortazar, reflejó esta confrontación en un famoso cuento titulado "Casa tomada" y en su novela El examen, en donde describe desde una postura de clase media alta, los sentimientos de miedo y rechazo ante el avance de los sectores más postergados.
Si bien Perón era militar y hubo muchos militares peronistas, el antiperonismo tuvo una gran presencia en las Fuerzas Armadas, y muy especialmente en la Marina. Entre los militares que gobernaron el país el almirante Isaac Rojas, el general Alejandro A. Lanusse y el ex general Jorge Rafael Videla, mantuvieron una estricta posición antiperonista.
Oscar Camilión, que fue Ministro de Defensa de la última dictadura militar y del presidente peronista Carlos Menem afirma que el denominador común del rechazo al peronismo comenzó de 1946 en adelante y que "no eran necesariamente las ideas económicas de Perón, ni las ideas sociales, sino ciertamente su autoritarismo y la obsecuencia que habían caracterizado de un modo muy profundo su sistema".