3. Clima y seres vivos
Ciencias Sociales 1º ESO IES Víctor García de la Concha
1. La atmósfera
La atmósfera es la capa gaseosa que envuelve la Tierra y hace posible el desarrollo de la vida en nuestro planeta. Tiene miles de kilómetros de espesor y está formada, en su mayor parte, por nitrógeno y oxígeno, además de argón, dióxido de carbono y otros gases (hidrógeno, ozono, metano y vapor de agua).
La atmósfera está dividida en capas que se extienden desde la superficie terrestre hasta el espacio exterior. Estas capas son: troposfera, estratosfera, mesosfera, termosfera y exosfera; todas ellas tienen diferente temperatura, espesor y composición.
2. Tiempo atmosférico y clima
El clima afecta al desarrollo de los seres vivos porque condiciona y modela los medios naturales. Sin embargo, es preciso diferenciar entre tiempo atmosférico y clima.
El tiempo atmosférico es el estado de la atmósfera (si llueve o nieva, hace calor o frío, etc.) en un lugar determinado y en un momento concreto. El clima, por su parte, es el estado medio de la atmósfera en una zona determinada durante un prolongado período de tiempo.
Así, por ejemplo, si decimos que un día hace calor o llueve estamos refiriéndonos al tiempo atmosférico. Cuando indicamos que en cierto lugar hace calor todos los días en verano, o que llueve mucho en invierno, estamos aludiendo a las características de su clima.
La climatología es la ciencia que estudia el clima. Para ello, analiza los elementos que lo componen (temperatura, precipitaciones, presión atmosférica y viento) y los factores (latitud, altitud, etc.) que influyen en él. La climatología se ocupa también de los distintos tipos de clima existentes y su distribución geográfica. Por su parte, la meteorología es la ciencia que estudia los fenómenos que se producen en la atmósfera.
3. Elementos del clima
Para definir un clima hay que analizar sus elementos: la temperatura, las precipitaciones, la presión atmosférica y el viento. A su vez, estos elementos se ven influidos por factores como la latitud, la altitud, etc...
3.1 La temperatura
La temperatura es la cantidad de calor que tiene el aire. Para medir la temperatura se utiliza el termómetro y se expresa en grados centígrados (°C). En los mapas, la distribución de las temperaturas se representa con unas líneas, llamadas isotermas, que unen puntos que tienen la misma temperatura.
La temperatura varía en las distintas zonas de la Tierra; los factores que influyen en la temperatura son la latitud, la altitud, la proximidad al mar y las corrientes marinas.
El efecto invernadero
Los rayos del Sol calientan la superficie terrestre. El suelo refleja parte de ese calor que vuelve de nuevo a la atmósfera, donde el vapor de agua, el dióxido de carbono (C02) y otros gases lo retienen y evitan que escape hacia el espacio exterior. Este proceso se conoce como efecto invernadero y permite que la temperatura de la Tierra sea la adecuada para el desarrollo de los seres vivos.
La contaminación y la desaparición de muchos bosques han provocado un aumento del efecto invernadero; como consecuencia, la temperatura media de nuestro planeta ha aumentado un 0,5 °C en los últimos cien años.
Las zonas climáticas
Según la temperatura del aire, en nuestro planeta se diferencian las siguientes zonas:
■ Zona cálida. Se sitúa entre los 0o y los 30° de latitud norte y sur. Los rayos solares inciden directamente en esta zona durante todo el año, por lo que las temperaturas son siempre elevadas. No se diferencian estaciones y la duración del día y de la noche es similar a lo largo del año. La temperatura media anual1 supera los 20 °C.
■ Zona templada. Se localiza entre los 30° y los 60° de latitud norte y sur. En esta zona, los rayos solares inciden de forma oblicua (inclinada). Las temperaturas varían según las estaciones, al igual que la duración del día y la noche. La temperatura media anual oscila entre los 20 °C y los 0 °C.
■ Zona fría. Se encuentra entre los 60° y los 90° de latitud norte y sur. Los rayos solares apenas inciden sobre esta zona, lo que da lugar a temperaturas bajas todo el año. La temperatura media anual no supera los 0 °C.
Los días y las noches en las zonas polares
Las áreas de clima frío se corresponden sobre todo con las zonas polares. La incidencia de los rayos solares provoca que, en el Polo Norte, el día dure seis meses entre el 21 de marzo y el 23 de septiembre. En ese mismo período es de noche en el Polo Sur.
Durante la otra mitad del año (del 23 de septiembre al 21 de marzo) el proceso se invierte: a lo largo de seis meses el Sol ilumina el Polo Sur y, por tanto, es de día; en ese mismo período los rayos solares no llegan al Polo Norte, por lo que es de noche.
3.2 Las precipitaciones
La precipitación es el agua, procedente de la atmósfera, que cae sobre la superficie terrestre en forma de lluvia, nieve, aguanieve (mezcla de agua y nieve) o granizo.
La atmósfera contiene vapor de agua; este procede de la evaporación
del agua de océanos, mares, lagos y ríos, y también de la transpiración de
las plantas. La cantidad de vapor de agua que contiene el aire es la humedad; si la humedad es reducida, el aire es seco; si es elevada, el aire es húmedo.
Cuando el aire está húmedo y asciende, se enfría; entonces disminuye su capacidad de contener vapor de agua y se produce la condensación: el vapor de agua pasa de estado gaseoso a líquido y se forman pequeñas gotas de agua que originan las nubes.
Sin embargo, no todas las nubes ocasionan precipitaciones. Para que se produzcan precipitaciones, es necesario que las gotas se hagan más gruesas y pesadas: de esta manera caen (se precipitan) sobre la superficie terrestre.
Las precipitaciones se miden con un instrumento llamando pluviómetro y se expresan en litros por metro cuadrado (L/m2) o en milímetros (mm). Estas dos medidas tienen el mismo valor, ya que 1 L de agua que cae sobre 1 m2 de superficie alcanza 1 mm de altura.
En los mapas, la distribución de las precipitaciones se representa con unas líneas, llamadas isoyetas, que unen puntos que tienen la misma precipitación.
La cantidad de precipitaciones varía de unas zonas a otras debido a los factores de altitud, latitud y lejanía o proximidad al mar.
Tipos de lluvias
3.3 La presión atmoférica
El aire, como cualquier otra sustancia, pesa. La presión atmosférica es la presión que la atmósfera ejerce (debido a su peso) sobre la superficie terrestre.
La presión atmosférica se mide con un instrumento llamado barómetro y se expresa en milibares (mbar). En los mapas, la presión se representa con unas líneas llamadas isóbaras, que unen puntos que tienen la misma presión.
La presión media de la superficie de la Tierra a nivel del mar (0 m de altitud) es de 1013 mbar, cifra que se considera la presión normal.
Las áreas donde la presión supera los 1013 mbar se denominan zonas de alta presión o anticiclónicas. En los mapas se representan con isóbaras de forma aproximadamente circular, en las que el valor de la presión aumenta hacia el interior, y en cuyo centro aparece la letra A. Los anticiclones producen tiempo estable, con ausencia de precipitaciones.
Las áreas donde la presión es inferior a 1013 mbar reciben el nombre de zonas de baja presión o borrascas. En los mapas también se representan con isóbaras de forma aproximadamente circular, en las que el valor de la presión disminuye hacia el interior, y en cuyo centro aparece la letra B. Las borrascas originan tiempo inestable, con elevada nubosidad y precipitaciones.
Zona de borrasca
Si llenas un globo con aire caliente, el globo se eleva. Esto es lo que sucede en las zonas de baja presión o borrascas. Son áreas en las que el aire caliente y húmedo, al ser más ligero, asciende; al elevarse, este aire se enfría y puede provocar lluvias.
Zona anticiclónica
Si llenas un globo con aire frío, el globo desciende. Esto es lo que ocurre en las zonas de alta presión o anticiclónicas. Son áreas de aire frío, que, al ser más pesado, desciende. Este aire frío es más seco y, por tanto, origina tiempo estable, sin lluvias.
3.4 El viento
El viento es aire que se desplaza de forma horizontal desde las altas a
las bajas presiones para equilibrar las diferencias de presión atmosférica que existen en el planeta.
Medir el viento
La velocidad del viento se mide con un instrumento llamado anemómetro y se expresa en metros por segundo (m/s) o kilómetros por hora (km/h). Cuando el aire se encuentra en reposo, se dice que está en calma.
La veleta es un instrumento que indica la dirección del viento; los vientos reciben el nombre de su lugar de procedencia, no del de destino. Por ejemplo, se llama viento del norte al que procede del norte, aunque se dirija al sur. Existen vientos que soplan de forma regular. Entre ellos destacan los siguientes:
- Los vientos que experimentan cambios estacionales, como los monzones (en el sur y este de Asia). En verano estos vientos se desplazan desde el mar hacia la tierra y originan fuertes lluvias. En invierno, estos vientos soplan en dirección contraria y dan lugar a una estación seca.
- Los vientos que experimentan cambios diarios, como las brisas marinas. Durante el día soplan del mar hacia la tierra y por la noche en sentido contrario.
- Los vientos que tienen una dirección casi constante en determinadas regiones a causa del relieve; es el caso áelfoehn de los Alpes o el chinook de las Montañas Rocosas.
La velocidad del viento se puede medir según la escala de Beaufort:
■ Fuerza 0: el humo asciende de forma vertical.
■ Fuerza 1: el humo se inclina.
■ Fuerza 2: las hojas de los árboles se mueven.
■ Fuerza 3: las banderas ondean.
■ Fuerza 4; las ramas pequeñas de los árboles se mueven, se levanta polvo y papeles ligeros.
■ Fuerza 5: los árboles pequeños se balancean, se forman ondas en los estanques.
■ Fuerza 6: las ramas grandes se mueven, hace silbar los tendidos eléctricos.
■ Fuerza 7: los árboles se balancean; casi no se puede caminar.
■ Fuerza 8: las ramas de los árboles se rompen; impide andar.
■ Fuerza 9: destrozos en edificios; caen tejas y chimeneas.
■ Fuerza 10: arranca árboles de cuajo.
■ Fuerza 11: destrozos graves y generalizados.
■ Fuerza 12: verdadera catástrofe.
4. Fenómenos atmosféricos y riesgos naturales
Algunos fenómenos atmosféricos ocasionan graves daños a las personas y al medio natural. Entre estos fenómenos destacan:
- El viento, que, en algunos casos puede ser de gran intensidad y alcanzar una enorme velocidad. Es el caso de los huracanes, vientos fuertes que giran describiendo grandes círculos y se acompañan de lluvias torrenciales. Según las regiones donde se produce, el huracán se denomina tifón, baguio, etc. Un huracán es capaz de arrasar poblaciones enteras.
- El granizo o pedrisco. Se produce cuando la temperatura del aire es inferior a 0 °C, la precipitación adopta el estado sólido y desciende de forma violenta en forma de granos de hielo más o menos duros. Sus efectos sobre los cultivos suelen ser desastrosos.
- Las lluvias torrenciales de origen tormentoso. Son de escasa duración pero pueden causar inundaciones como consecuencia del desbordamiento de ríos o lagos.
- La sequía, que es un largo período de tiempo en el que no se producen precipitaciones. Es un grave problema para la población, la agricultura y la ganadería. Además, la sequía favorece la aridez del terreno; este puede llegar a convertirse en un desierto si la sequía es muy prolongada.
- Las altas temperaturas, que elevan el riesgo de que se produzcan incendios forestales; estos son fuegos de grandes proporciones que destruyen la vegetación y la fauna del bosque (que tarda muchos años en regenerarse). Además, los incendios pueden ocasionar situaciones de riesgo para las personas. Si la vegetación disminuye o desaparece, las temperaturas aumentan y las precipitaciones se reducen, porque no existen plantas que retengan el agua y la devuelvan a la atmósfera. Las altas temperaturas, combinadas con sequías prolongadas o tormentas, aumentan el riesgo de incendios.
¿Qué hacer ante...?
Una nevada
■ Consulto la previsión meteorológica en los medios de comunicación.
■ Si no es imprescindible, no salgas de casa.
■ En caso de salir a la calle, protégete la cara, la cabeza y las manos. Las manoplas proporcionan más calor que los guantes.
■ Tápate la boca para evitar respirar aire muy frío.
■ Lleva botas o zapatos que aislen de la humedad.
■ Procura evitar los ejercicios físicos, el frío ejerce una tensión extra sobre el corazón.
■ Si vas a permanecer fuera de casa durante horas, lleva un teléfono móvil con la batería cargada por si te retrasas a causa de la nevada.
Una tormenta
■ Apagar el móvil.
■ En casa, cerrar puertas y ventanas para que no se produzcan corrientes de aire, pues estas atraen los rayos.
■ Desconectar los aparatos eléctricos.
■ En el campo, evitar permanecer en lo alto de las colinas; no refugiarse debajo de los árboles. Alejarse de alambradas, verjas y otros objetos metálicos.
Una inundación
Antes de que se produzca:
- Retirar del exterior de la vivienda aquellos objetos que el agua pueda arrastrar.
- No estacionar vehículos ni acampar en cauces secos, ni en la orilla de ríos, porque puede producirse una crecida de agua.
- Desconectar los aparatos eléctricos y la luz; cortar el paso del agua.
- Cuando se haya producido la inundación:
- Usar el teléfono solo para avisar a emergencias.
- Si se llegara a inundar la vivienda, no permanecer en el sótano ni en la planta baja.
- En el campo, alejarse de ríos, torrentes y zonas bajas o inundadas.
Una sequía
■ Cerrar el grifo mientras te lavas los dientes.
■ Ducharte en vez de bañarte; mantener el grifo cerrado mientras te enjabonas.
■ Introducir botellas llenas en la cisterna del inodoro para reducir su capacidad y ahorrar agua.
■ Utilizar la lavadora y el lavavaji-llas solo cuando la carga esté completa.
Un incendio forestal
Medidas de prevención:
- Apagar bien las cerillas y los cigarrillos y no tirarlos por las ventanillas del coche.
- No abandonar en el bosque botellas y objetos de cristal.
- No encender hogueras.
- Si te encuentras en las proximidades de un incendio:
- Aléjate por las zonas laterales del incendio más desprovistas de vegetación.
- Camina siempre en sentido contrario a la dirección del viento, pues un cambio en la dirección del viento puede hacer que el fuego te rodee.
- No te dirijas hacia barrancos u hondonadas, ni intentes escapar ladera arriba cuando el fuego ascienda por ella.
5. Los climas de la Tierra
En la Tierra existen diferentes climas: cálidos (ecuatorial, tropical lluvioso, tropical seco y desértico), templados (mediterráneo, chino, oceánico y continental) y fríos (polar y de alta montaña). Cada uno de ellos presenta características propias.
6. El medio natural
El medio natural está formado por los elementos del medio físico: clima, agua, suelo y relieve; y por los organismos vivos que en él habitan: la vegetación y la fauna. Medio físico y organismos vivos están muy relacionados entre sí.