As far as I could judge, we find, in this particular address, almost no trace of traditional Christian concerns with personal virtue, salvation, sin, sacrifice, long-suffering, repentance, eternal life, or an abiding vale of tears. Sins and evils are transformed into social or ecological issues that require political and structural remedies. Problems are at the same time said to be “global” and “individual”. Pope Francis urges individual action and global refashioning. The evil is caused by capitalism in the form of money and greed. The free market capitalism, severely limited by the state, that actually exists has little hearing. Time cited a comment that such moderate capitalism was the only way that could really achieve what the Pope wanted for the poor before him. Thus the central questions that the Pope brings up in this address is: “What works? What does not work for the end envisioned?” This end that Pope Francis seems to envision is nothing less than a world transformation of mankind to save itself, soon—indeed, now!
Bolivia Misionera 21.03.16. En una entrevista exclusiva con Bolivia Misionera, padre Alejandro Luis Marina, director del Centro Misionero Maryknoll en América Latina (CMMAL), oriundo de Argentina, sacerdote durante 23 años, y quien realizó estudios de Licenciatura en Teología Dogmática en la Escuela de Filosofía y Teología perteneciente a la Universidad El Salvador, señaló que dos son los aspectos centrales al momento de reflexionar sobre lo que significa ser misionero en el mundo actual y concretamente en la realidad boliviana y son: el diálogo y la lucha contra la violencia. En una agradable conversación telefónica que enlazó La Paz con Cochabamba, donde se encuentra CMMAL, el P. Marina indicó que “en nuestra realidad boliviana una misión dialogante que gesta encuentro, que gesta escucha mutua es la clave principal para nuestro tiempo. Tenemos que superar la pobreza, las injusticias, la violencia. En este tiempo la polarización que existe en nuestra sociedad no solo en Bolivia sino en todo Latinoamérica. Esto de una Iglesia que construye puentes antes que la división es una clave importante”. Otro tema principal, que señaló como respuesta nuestro entrevistado es “que las parroquias creyendo que su tarea principal pasa por lo sacramental, se olvidan de algo que en Bolivia es fundamental, y es el tema de la violencia y concretamente la violencia contra la mujer, ese es un desafío misionero ineludible, no pasa solo por crear grupos de ayuda o asesoramiento sino por contribuir a un cambio de mentalidad”, indicó. ¿Y cómo logramos ese cambio de mentalidad? “El machismo debemos reconocerlo en nosotros mismos, dentro de la misma Iglesia. Cómo lograr un cambio de mentalidad que nos ayude a sanar heridas, a ayudar a los varones que puedan relacionarse de otra manera, a preparar a los jóvenes para un futuro distinto”, respondió P. Marina. ¿Cómo logramos la transformación de la que tanto se habla en la misión? “Durante muchos años se entendió a la misión como actividad, si es así es lógico que una abuelita de noventa años se sienta que ya no está llamada a la misión. Si entendemos a la misión como identidad cristiana y como esa pasión que otros puedan experimentar lo que Jesús soñó: que es vida plena para todos y todas”. Agregó, P. Marina, para la transformación, creo que la gente cotidianamente lucha por la transformación, es solidaria, se compromete, aquí por ejemplo en Cochabamba en la Cancha, y entre los comerciantes todos cuidan a los hijos del otro y no les pasa nada, porque es hijo del otro”. En la entrevista, P. Alejandro Marina, con énfasis acotó que es importancia que: “Tenemos que perder una creencia falsa a la hora de pensar la misión, siempre tenemos el fantasma de ver cómo la gente nos trae más gente a la Iglesia. Y en realidad solo vamos a transformar cuando hagamos lo que hizo Jesús que es cómo la misión ofrece una vida más plena a todo aquél que quiere acogerla”, indicó nuestro entrevistado. La misión “plenifica” a las personas P. Marina, acercándonos al final de nuestro diálogo, indicó que las tareas del misionero son un aspecto, pero que hay que ver lo importante y es “pensar en que la misión plenifica la vida de las personas, es una gran tarea. A veces vamos soñando en grandes obras solidarias pero no en transformar actitudes, conceptos, estructuras que muchas veces son las que terminan dañando a las personas”. Debemos agregar que El Centro Misionero Maryknoll tiene su origen gracias a la labor misionera de los Padres y Hermanos de Maryknoll, quienes el año 1965 fundaron el Instituto de Idiomas Padres de Maryknoll. Desde un comienzo este instituto capacitó a misioneros en los idiomas de español, quechua y aymara. A lo largo de estos años se han formado alrededor de 13 mil misioneros, religiosos, católicos y de otras religiones, así como también laicos. подростковая мебель обзоры планшетов Asus