Blas de Otero
Acaso el mar. Tampoco. El hombre acaso
Acaso el mar. Tampoco. El hombre acaso
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió; y rompió todos sus versos.
Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.
Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.
¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.
Blas de Otero (A La Inmensa Mayoría)
Significado
Plasma la muerte de la concepción poética que el sujeto lírico había cultivado en sus primeros años. Para ello muestra la imagen de un poeta que baja a la calle y se da cuenta de la injusticia y de la cruda realidad. Con su poesía intenta cambiar todo eso, pasando directamente a tener la necesidad de romper todo lo dicho anteriormente para crear una nueva poesía.
Etapa
La poesía da un claro paso hacia el "nosotros" gracias a que el escritor se da cuenta de que forma parte de un todo que es una sociedad fundamentada en unos valores y principios que no comparte y considera retrógrados, lo que hace que tenga la necesidad de querer cambiarla a través de la mejor arma que puede ofrecer, la poesía. Todo ello va a llevar a la simplificación del lenguaje poético que va a tratar de llegar " A la inmensa mayoría". Esta conciencia poética se inicia en Blás de Otero en 1955 con "Pido la paz y la palabra", iniciándose una vertiente poética que se desarrollará durante los próximos años y que se conoce con el nombre de poesía social.