El Extraño Caso
del Doctor Jekyll y Mister Hide
El Doctor Jekyll tenía sueños muy extraños. Cuando el sol salía, El Doctor Jekyll olvidaba sus sueños e iniciaba su vida como siempre.
El Doctor Jekyll leía el periódico a primera hora de la mañana, a segunda atendía su correspondencia personal y cuando volvía a su casa, trabajaba en su laboratorio hasta la madrugada.
El doctor Jekyll aprendió a reconocer la primitiva dualidad del hombre, osea, a diferenciar lo bueno de lo malo.
El doctor Jekyll trabajó mucho en su pócima para separar el bien del mal.
Cuando el doctor Jekyll terminó su pócima, sin experimentar con conejillos de india, decidió probar su pócima. Y se transformó en otro hombre. Cuando se despertaba era el doctor Jekyll, pero al anochecer era Mister Hyde.
El señor Hyde salió a celebrar su nueva vida, feliz, exuberante y lleno de energía. Era como un niño que recién empezaba a aprender como era el mundo. Se divertía mucho, pero sus diversiones no eran muy sanas.
El doctor Jekyll le comunicó con entusiasmo a la comunidad científica, su gran éxito, pero la comunidad científica no compartió ese entusiasmo. El doctor Jekyll se sentía prisionero de los prejuicios de sus colegas.
Lo ocurrido llegó a los oídos de el abogado amigo del doctor Jekyll volvió a ser aceptado por sus pares y un miembro querido y aceptado en la comunidad científica.
Mientras avanzaba el tiempo el doctor Jekyll tenía dudas si: ¿De verdad era sano contener a Hyde y extinguir su existencia por completo? ¿Acaso él no era tanto Hyde como Jekyll? Entonces decidió volver a tomar la pócima. Entonces fue cuando Hyde se encontró con Sir Carew, un miembro del parlamneto; Hyde estaba furioso, nervioso y Hyde terminó matando a Sir Carew. Y la policía comenzó a investigar sobre la muerte de Sir Carew.
El doctor Jekyll había renunciado a su pócima para siempre, pero una mañana despertó convertido en el señor Hyde. Muy desesperado el doctor intentó reproducir el antídoto para recuperar la forma del doctor Jekyll, pero no funcionó. Entonces muy furioso el doctor Jekyll decidió hacer con su vida lo que quiso. Al no saber nada del doctor Jekyll, Utterson y Poole irrumpieron en su laboratorio. Allí encontraron el cadáver del criminal prófugo, el señor Edward Hyde. Nadie volvió a ver nunca más al doctor Henry Jekyll.