María Teresa Granado García
Mujeres en el mundo
¿Quieres luchar contra el hambre? Haz que las mujeres vivan mejor.
El acceso a la tierra y a las semillas es un problema global, no solo en el África subsahariana, que afecta a la mujer especialmente por su papel invisible dentro del mundo rural. “Las mujeres tienen que triplicar su esfuerzo para recibir una línea de crédito y devolverlo en las mismas condiciones que las de un hombre. Hay que valorarlas dentro de una situación real y no provocarles más sacrificios”, asegura Ana María González, responsable de Género de Ayuda en Acción.
Juguetes para futurAs inventorAs.
Juguetes rosas, pero tecnológicos. Debbie Sterling, una graduada en ingeniera mecánica por la Universidad de Stanford ha creado Goldie Blox, una juguetera muy especial. Juguetes tecnológicos para niñas, las futuras inventoras.
La pretensión de Sterling es romper con la falta de mujeres en el campo tecnológico. Según recoge en su página, llena de colores chillones con predominio del rosa, el 89% de los ingenieros del mundo son hombres. Para Sterling el problema comienza en la infancia cuando las niñas solo tienen muñecas y poco más, por eso los suyos van dirigidos a niñas de entre 5 y 9 años de edad. Aunque la discriminación continúa luego en la escuela, como le pasó a ella en su pueblo de Rhode Island.
Si la falta de mujeres en puestos de mando de las empresas es clara, más aún en las empresas tecnológicas y, presuntamente, de vanguardia. Según la clasificación de Fortune 500, donde recogen a las empresas más importantes de América, solo el 27% de las 500 tienen alguna mujer en su consejo de administración y solo en 22 casos una mujer ocupa el máximo puesto ejecutivo.
En el caso de las empresas tecnológicas se agrava el problema. Basta como prueba el consejo de administración de Twitter, recién salida a bolsa, que solo cuenta con una mujer, entre 11 hombres, en su consejo de administración.Y en el Apple, por primera vez en su historia habrá una mujer tras fichar el pasado mes a la consejera delegada de Burberrys. En este sector se considera que solo el 11,33% de los empleos informáticos son ocupados por mujeres.
Según un estudio de Harvie Nash Group, el problema no solo mengua sino que se recrudece. En los 80, según el estudio, la mujer ocupaba el 40% de los puestos senior de ingenierías, hoy es solo el 14%.
La Eurocámara aprueba que un 40% de los cargos directivos sean mujeres.
Las mujeres deberán representar, en 2020, al menos el 40% de los puestos directivos en las empresas que cotizan en las bolsas europeas. El plazo para cumplir estos porcentajes en las empresas públicas será más corto, en 2018. El Parlamento Europeo ha aprobado la propuesta que la Comisión presentó hace un año para alcanzar una mayor igualdad entre hombres y mujeres en los Consejos de Administración. Ahora, es el turno del Consejo de la Unión Europea, que deberá decidir si la aprueba y la directiva se convierte en definitiva, o la rechaza.
El texto aprobado por la Eurocámara -con 459 votos a favor, 148 en contra y 81 abstenciones-, no impone directamente sanciones a las empresas que no cumplan con el objetivo. A lo que sí les obliga es a presentar, en caso de no cumplir con la cifra acordada, una declaración que explique por qué no se ha alcanzado. Además, las compañías deberán describir “detalladamente” las medidas que piensan tomar en el futuro para cumplir con la norma.
Los eurodiputados proponen a los Estados que sean ellos quienes impongan sanciones “efectivas, proporcionales y disuasorias” a los incumplidores, pero recomiendan que se condene la falta de transparencia en los procesos de selección y no que no se consiga garantizar la presencia femenina en sus órganos directivos. La falta de transparencia podría suponer la exclusión de las licitaciones públicas o el rechazo parcial en cuanto a la financiación de los Fondos Estructurales de la UE.
Cuando las niñas son invisibles.
Como ella, cada año 14 millones de niñas abandonan la escuela al ser obligadas a casarse.
Una de cada cinco niñas en todo el mundo ve cómo la situación de pobreza en la que viven, la discriminación o la violencia, les arrebatan su derecho a la educación.
Que los niños y las niñas son sujetos de derecho es algo que nadie pone en duda. Sin embargo, el desconocimiento que la propia infancia tiene sobre sus derechos y la vulnerabilidad propia de su edad, les convierte muchas veces en invisibles. Especialmente en el caso de las niñas, cuyo papel en muchas sociedades queda limitado al rol reproductivo y sexual que se convierte en el mayor obstáculo para salir de la pobreza y romper esos patrones tradicionales y nocivos que, lejos de promover su desarrollo, lo limitan.
Podría parecer que los adultos tienen más que claro que la educación es el verdadero cimiento del edificio endeble o sólido que puede llegar a ser nuestra existencia. Sin embargo, si miramos el mapa educativo del mundo, veremos que la educación de las niñas es una carrera de obstáculos en muchos lugares. Tenemos muy cerca los casos de Malala, la niña paquistaní que desafió a los talibanes para defender su derecho a estudiar, y casi paga con su vida por ello, o de Leonarda, la joven kosovar de etnia gitana expulsada por el Gobierno galo que exige volver a Francia para poder seguir yendo al colegio. Ellas son solo un reflejo de lo que la educación representa en la vida de los más de 65 millones de niñas sin escolarizar en el mundo cuyos nombres no han traspasado las fronteras de los medios de comunicación.
Condenado el Estado por devolver el arma a un hombre que mató a su mujer.
M. C. C. mató el 1 de enero de 2006 a su mujer con la escopeta de calibre 12 que le había sido requisada cuando la víctima le denunció por amenazas y malos tratos. Después de tres años de litigios, la Administración restituyó al agresor la licencia de sus dos armas, una decisión que la Audiencia Nacional califica de “deficiente”, por lo que condena al Estado a pagar 25.000 euros de indemnización a su hija.
El juez considera que la Administración no comprobó suficientemente los antecedentes de M. C. C. antes de revocar la suspensión de licencia de armas tras dos procesos por violencia de género. Para valorar la conducta del agresor, únicamente se pidió informe a la fuerza policial donde residía el marido, cuando lo “lógico” hubiera sido solicitarlo en el lugar donde vivía la esposa, pues ya estaban separados, señala la sentencia. La víctima había denunciado al agresor por malos tratos psicológicos en dos ocasiones. La primera vez, en diciembre de 2003, M. C. C. fue condenado por una falta de amenazas. La segunda, en abril de 2004, resultó absuelto por ausencia de pruebas. Ahora, M. C. C. cumple una pena de más de 20 años de cárcel dictada por la Audiencia Provincial de Córdoba por el asesinato de su esposa.
El fallo de la Audiencia, que responde a una denuncia de la hija de la víctima, considera que la devolución de las armas actuó como “coadyudante de la muerte” de la mujer. La joven, entonces menor de edad, estimaba que la Administración no había tenido en cuenta ningún dato para valorar la peligrosidad de su padre.
Marruecos castigará el acoso sexual.
Houda Bentahar, estudiante de la Escuela de Ingenieros de Mohamedia, cuenta en una tribuna recién publicada en el diario digital Le Mag cuántos acosos padece, de la mañana a la noche, una joven marroquí vestida a la occidental. En Marruecos el acoso, que los varones marroquíes prefieren llamar “ligoteo”, está muy generalizado y cuanto menos cubiertas van las mujeres más lo sufren. Vestirse de manera muy pudibunda es una protección contra esa agresión.
Es probable que dentro de unas semanas algunos de aquellos que hostigaron a Bentahar, desde el camarero que la atendió en la cafetería de la escuela politécnica hasta el taxista que la llevó a casa por la noche, sean susceptibles de ser condenados por un juez a entre un mes y dos años de cárcel y multas de entre 95 y 285 euros. Si el acoso se produce en el ámbito laboral las penas se duplican. Si va acompañado de imágenes distribuidas a través de Internet la condena puede ser de hasta cinco años.
Marruecos se dispone a aprobar una ley contra el acoso sexual. La iniciativa es novedosa en un mundo árabe en el que las llamadas “primaveras”, que empezaron en Túnez, han perjudicado a las mujeres exponiéndolas a una mayor presión social de los sectores más conservadores. No así en Marruecos.
El borrador del proyecto de ley ha sido redactado por la ministra islamista de Solidaridad y de la Mujer, Bassima Hakkaoui, y brinda la posibilidad a las ONG feministas o de defensa de los derechos humanos de personarse como acusación particular en los juicios por acoso. Aún así estas asociaciones no se daban por satisfechas porque no habían participado en la elaboración del proyecto.
¡Pintemos el mundo de naranja para acabar con la violencia de género!
Desde el año 1991, el día 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Violencia de Género, un día en el que se moviliza a personas y grupos de todo el mundo con el objetivo de poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
En julio de 2012, el Secretario General de las Naciones Unidas decidió proclamar el día 25 de cada mes como el Día Naranja, para que así las acciones llevadas a cabo para poner fin a la violencia contra las mujeres no sólo tuviera lugar en noviembre, ¡sino todos los meses del año!
Malala recibe el Premio Sájarov de la Eurocámara.
Malala ha comenzado su discurso recordando la célebre cita del filosofo francés Voltaire en defensa de la libertad de expresión: "No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo".
La joven paquistaní ha anunciado que dedica el Premio Sájarov a "los héroes sin nombre de Pakistán y a las personas que luchan en el mundo en defensa de los derechos fundamentales". "Hay muchos lugares en el mundo donde la libertad de expresión está encadenada y no se respetan los derechos fundamentales", ha añadido Malala.
esclavas en el siglo XXI
700 mujeres muertas por violencia de género en la última década
Un total de 700 mujeres han sido asesinadas en España en la última década por otros tantos hombres con los que mantenían o habían mantenido una relación sentimental. Es el resultado estadístico de una media de setenta homicidios cada año, desde que en 2003 se empezaran a contar los crímenes con vistas a la aprobación, un año más tarde, de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Aunque la Delegación Especial del Gobierno para la lucha contra la Violencia de Género, creada con la citada ley, es el organismo que se encarga de la recopilación de los datos, son tradicionalmente las organizaciones de mujeres quienes han venido poniendo nombres y apellidos a una realidad que, según el Centro de Investigaciones Sociológicas, padecen más de 600.000 mujeres cada año en España, aunque menos de la cuarta parte se decidan a contarlo.
Este era el caso de Yaneth, arrojada desde un segundo piso por el que era su novio en la localidad malagueña de Fuengirola el 7 de enero de 2003. Fue la primera en una estadística poblada de historias de mujeres cuyo único rasgo en común es precisamente su condición femenina. Ella tenía 28 años, era extranjera. La mujer asesinada en la localidad conquense de Villanueva de la Jara, era española, rondaba los 40 y tenía dos hijos pequeños.
Aquel año se cerró con 71 mujeres muertas, de las que 62 eran españolas. La más joven tenía menos de 17 años y el grupo más amplio, 27 mujeres, eran treintañeras. No obstante, murieron 15 mujeres que contaban entre 41 y 50 y otras siete que, como Encarnación, octogenaria asesinada por su marido a finales de enero, tenían más de 64. En más de la mitad de los casos seguían manteniendo una relación de pareja con el hombre que las maltrataba.
Todos los expertos coinciden en destacar que no hay un perfil único de víctima de violencia de género. En estas 700 mujeres hay inmigrantes sin red social de apoyo en España, mujeres rurales y mujeres (se estima que más de un 14%) con alguna discapacidad. Pero también hay tituladas superiores, candidatas de partidos políticos, estudiantes y empresarias atrapadas en el mismo círculo vicioso.
Según los datos del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género adscrito al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en España se registran cada año unas 140.000 denuncias por delitos o faltas relacionadas con la violencia machista y el grueso de las sentencias en los juicios que se generan en consecuencia son condenatorias.
En 2003 la estadística oficial no desgranaba el porcentaje de mujeres asesinadas en crímenes de violencia de género que habían dado en algún momento la voz de alarma. El dato se incorporó en 2006, dejando ver que en menos de la cuarta parte de los casos constaban denuncias previas contra los agresores. Aquel año murieron 68 mujeres, de las que 22 sí habían pedido ayuda a las autoridades.
De toda la serie de datos, el que registra la menor cifra de asesinatos es 2012, cuando se produjeron 52 homicidios de este tipo. En 2009 se habían contado 56 y, en 2005, un total de 57. Son las tres excepciones, los únicos tres años de la década en los que la violencia machista se ha cobrado menos de sesenta vidas en España. En lo que va de año se cuentan 42, aunque podrían ser 46, porque la Delegación del Gobierno mantiene cuatro casos en investigación ocurridos en Ourense, Asturias, Zamora y Zaragoza durante los últimos meses, en espera de que se esclarezca si las muertes se ajustan o no a las particularidades de la violencia de género.
Desde hace unos meses, el recuento incluye además a los hijos menores de edad que los maltratadores dejaron huérfanos o que pasaron a engrosar el recuento de víctimas mortales. Según la ya citada encuesta del CIS, al menos 840.000 niños y niñas padecen en España la violencia machista que se ejerce sobre sus madres y más de medio millón son maltratados directamente.
REPORTAJE: LA EDUCACIÓN PUEDE CAMBIAR EL MUNDO
Según UNESCO, de los 57 millones de niños y niñas en todo el mundo que no reciben educación primaria, más de la mitad, 31 millones, son niñas. En el mundo hay tres países que tienen más de un millón de niñas sin acceso a educación, Pakistán, Etiopía y Nigeria. El derecho de las niñas y mujeres a recibir educación es, ante todo, un imperativo moral y una cuestión de justicia que nace de la dignidad de la persona.
Si bien ha habido avances significativos en la mejora de acceso de las niñas a la educación primaria en las últimas dos décadas, aún hoy en día muchas niñas, especialmente aquellas que viven en zonas rurales o contextos vulnerables, siguen estando privadas de este derecho fundamental.
La educación de las niñas y mujeres tiene un fuerte impacto en el desarrollo de las sociedades. Está comprobado que el avance en la educación de las mujeres durante los últimos 40 años ha salvado 4 millones de muertes infantiles. Una madre que sabe leer, con conocimientos básicos sobre nutrición, salud e higiene, tiene 50% más de posibilidades de que su hijo o hija sobreviva después de los cinco años de edad.
La educación de las niñas y mujeres supone transformar sus vidas e impulsar el desarrollo de las sociedades en las que viven, permitiéndoles salir de la pobreza, reducir la mortalidad infantil y favorecer el crecimmiento económico. En África Subsahariana invertir en educación de las niñas podría impulsar la producción agrícola de la zona en un 25%. La transformación de sus vidas supone una mejora de su salud y de la de sus familias, de saber cuáles son sus derechos, de tener oportunidad de acceder a un empleo digno y bien remunerado, de tener derecho a decidir contraer matrimonio, cómo y cuándo ser madres.
Ejemplos claros de niñas que luchan por su educación son el de Malala, niña paquistaní que desafió a los talibanes para estudiar, o de Leonarda, joven kosovar que fue expulsada de Francia.