¿Lo *notas*?
Lorena Franco Rubio
Me presento... :D
Palabras...tan solo somos palabras...
Relax, take it easy
La primera de ellas es la Relajación Progresiva de Jacobson. Descrita por Edmund Jacobson a principios del siglo pasado, consiste en tensar y relajar los distintos músculos del cuerpo, siendo consciente de las sensaciones fisiológicas y psicológicas derivadas de ello, para así llegar al estado de relajación mental deseado.
Es un procedimiento sencillo, pues el terapeuta o profesor guía la sucesión de músculos a tensar y relajar (al menos las primeras sesiones), con una voz pausada y calmada, en un ambiente en penumbra y con música instrumental relajante de fondo. Sin embargo, estas circunstancias pueden inducir el sueño con facilidad, por lo que se debe de mantener un estado de concentración relajado, de manera que se consiga seguir las instrucciones correctamente pero dejándose llevar por los pensamientos y sensaciones que surgen en su mente.
Por último, una vez llegado al estado fisiológico de relajación máxima, se puede proseguir con un ejercicio de visualización. Ayer en la clase hicimos uno emocionante. Llegábamos a ver a nuestro yo de 8 años. He de decir que a mí se me escaparon un par de lagrimitas, fue una sensación mágica.
Aquí dejo un vídeo sobre la técnica de Jacobson
Estoy muy tranquil@
Muchas veces cuando estamos nerviosos, lo que menos nos calma es que alguien nos diga: "tranquilo". Sin embargo, si nos autoconvencemos nosotros a la vez que nos concentramos en determinadas sensaciones físicas, podemos llegar a relajarnos.
A principios del siglo XX, Johannes Schultz desarrolló una técnica psicoterapéutica llamada Entrenamiento Autógeno. Esto significa que nosotros mismos somos los que nos creamos y creemos un estado de relajación máximo mediante autoconvencimiento de sensaciones en distintas partes del cuerpo como pesadez en el brazo, calor en la tripa o frío en la frente. Tiene ejercicios de grado inferior, más físicos y fáciles de conseguir, y de grado superior, más mentales y complicados. Quizá lo más difícil sea la necesidad de una alta concentración y control del cuerpo y mente, de manera que se puedan realizar todos los ejercicios de ambos grados. Es por ello que se le llama "entrenamiento" y en una primera toma de contacto es arduo conseguir "ver" un color con los ojos cerrados e ir cambiándolo por otros. Naturalmente no hay obstáculo que no se pueda salvar con un poco de práctica.
A continuación podéis ver un ejemplo
Todos podemos marcar un gol
Los niños de este vídeo tienen un sueño que quieren alcanzar. Los adultos de la aldea no creen en ellos, puesto que las condiciones adecuadas para ello (jugar al fútbol) no se dan. Pero, ¿acaso las circunstancias determinan todo? Este vídeo es un claro ejemplo de que podemos conseguir nuestros objetivos si buscamos lo que falla y lo cambiamos. Porque nunca se debería perder el espíritu de un niño, que cree que puede cambiar las cosas. Conforme nos hacemos mayores, tendemos a adoptar una visión más escéptica de la realidad, pero el idealismo del alma ilusionada de un niño es clave para vencer los contratiempos.
Y hablando de contratiempos, esto también es aplicable al mundo de la música. A veces la genética no es del todo simpática y no nos dota para la música en demasía. Pero, ¿acaso las condiciones, heredadas en este caso, determinan todo? Error. La constancia y el esfuerzo. La ilusión y la fe en uno mismo. Ellos sí son los jugadores más importantes en el partido de nuestra vida. Y aunque a veces te marquen gol o te hagan faltas, no hay que olvidar que el próximo en marcar un tanto vas a ser tú.
Mi balada particular
Es un estilo sencillo, sin muchos adornos pero con una melodía preciosa que cuenta una historia, la historia de una vida. Empieza poco a poco, gateando, y después con sus momentos más tímidos y otros más seguros, hasta que llega al punto culminante: un niño o una niña como Adeline que se hace mayor, llena de vitalidad, fuerza y esperanza. Las repeticiones a lo largo de la pieza reflejan un esfuerzo pequeño pero constante, y así Adeline evoluciona. Crece como crecí yo desde la primera vez que la escuché hasta hoy... Y lo que me queda...