UN DÍA EN LA VIDA DE CALISTO...
MERCEDES ROTEA OLIVA.
Calisto es un joven noble, cuenta con un gran número de criados, se encomienda a las artes de Celestina para lograr el amor de Melibea y que él por sí solo le ha sido imposible de conseguir. Se muestra basto y con escasa madurez sentimental.
Calisto se levanta a las diez de la mañana, su siervo Pármeno le lleva el desayuno a su alcoba, revestido por la servidumbre se dirige a su escritorio y da órdenes a sus vasallos para que realicen las distintas tareas que afectan a las tierras de las cuales es dueño y señor. Y es allí donde pasa toda la mañana.
Tras una larga mañana, a mediodía degusta los distintos manjares que el servicio de cocina le ha preparado. Tras ello vuelve a su alcoba para dormir una reparadora siesta. Tras ella el noble visita en su cabalgadura el palacio de su amada y con ella pasa el resto de la tarde en compañía de sus mejores doncellas que la visten y la preparan.
Al anochecer acuden juntos a la fiesta que ha convocado sus majestades los reyes. A ella llevan sus mejores galas y disfrutan de un agradable y satisfactorio banquete junto con un posterior baile organizado para toda la corte, donde acuden nobles, señores, duques y demás personas de la realeza del lugar.
Una vez finalizado la carroza que los desplaza deja a su amada en su palacio y él prosigue su camino hacia el suyo donde le esperan sus sirvientes que le han preparado un baño caliente y lo acompañan hasta su lecho.