ALLAN POE
¿Quien es?
El cuervo Poema
El cuervo (inglés: The Raven) es un poema narrativo escrito por Edgar Allan Poe, publicado por primera vez en 1845. Constituye su composición poética más famosa, ya que le dio reconocimiento internacional. Son notables su musicalidad, el lenguaje estilizado y la atmósfera sobrenatural que logra recrear. El texto narra la misteriosa visita de un cuervo parlante a la casa de un amante afligido, y del lento descenso hacia la locura de este último. El amante, que a menudo se ha identificado como un estudiante, llora la pérdida de su amada, Leonora. El cuervo negro, posado sobre un busto de Palas Atenea, parece azuzar su sufrimiento con la constante repetición de las palabras «Nunca más» (Nevermore). En el poema, Poe hace alusión al folclore y a varias obras clásicas.
El gato negro
Un joven matrimonio lleva una vida hogareña apacible con su gato, hasta que el marido empieza a dejarse arrastrar por la bebida. El alcohol lo vuelve irascible y en uno de sus accesos de furia acaba con la vida del animal. Un segundo gato aparece en escena, la situación familiar empeora, y los acontecimientos se precipitan hasta culminar en un horrendo desenlace.
El gato negro es uno de los más conocidos cuentos siniestros de Poe, así como uno de sus grandes relatos psicológicos. La combinación de ambos elementos, horror y psicología, parece conducir directamente a la expresión terror psicológico
Annabel Lee
El corazón delator
La historia presenta a un narrador anónimo obsesionado con el ojo enfermo (al que llama "ojo de buitre") de un anciano con el cual convive, hasta que cierto día decide asesinarlo. El crimen es estudiado cuidadosamente y tras ser perpetrado, el cadáver es despedazado y escondido bajo las tablas del suelo de la casa. La policía acude a la misma y el asesino acaba delatándose a sí mismo, imaginando alucinadamente que el corazón del viejo se ha puesto a latir bajo la tarima.
No se sabe cuál es la relación entre la víctima y el asesino. Se ha sugerido que el anciano representa en el cuento a la figura paterna y que su "ojo de buitre" puede sugerir algún secreto inconfesable. La ambigüedad y la falta de información sobre los dos personajes principales están en agudo contraste con el detallismo recreado en el crimen. Asimismo, se puede interpretar como en algunas de sus otras obras, una confrontación entre la locura y la cordura, pues el protagonista que funge como narrador, inicia con un discurso para ilustrar su equilibrio mental que a lo largo de la historia comienza a decaer.
El trascendentalismo influyó a los autores del romanticismo oscuro de manera diferente, de ahí que la crítica haya señalado las distintas maneras que tuvieron estos autores de romper con esa corriente. En primer lugar, los románticos oscuros confían muy poco en la perfección como una cualidad innata del ser humano, idea clave de los trascendentalistas. Como consecuencia, sus personajes son propensos al pecado y a la auto-destrucción, ya que no poseen inherentemente ni la gracia divina ni la sabiduría. G. R. Thompson expresa este desacuerdo, afirmando que mientras que el pensamiento trascendentalista concibe un mundo en que la divinidad es inmanente «los románticos oscuros adoptan imágenes del mal antropomorfizado en forma de demonios, vampiros, fantasmas o monstruos».
En segundo lugar, aunque ambos grupos sostienen que la naturaleza es una fuerza profundamente espiritual, el romanticismo oscuro la contempla bajo una luz siniestra, al contrario que el trascendentalismo, que ve en la naturaleza una especie de mediador orgánico y universal con la divinidad.
Para estos románticos, al contrario, el mundo natural es sombrío, decadente y misterioso, y sus revelaciones para el hombre son de carácter maligno o infernal. Finalmente, mientras que los trascendentalistas abogan por la reforma social en su caso, sus contrarios con frecuencia proponen personajes que fracasan una y otra vez en sus intentos de mejorar sus vidas.
Thompson resume de la siguiente forma las características del subgénero: